Con la llegada del otoño, la bajada de temperaturas y el Beraumento de la humedad, los montes de la provincia de Ciudad Real se llenan de bramidos con motivo de la berrea. Un fenómeno animal que suele llegar a mediados de septiembre, con la caída de las primeras lluvias, y que suele durar hasta mediados de octubre. Durante esta época, los ciervos lanzan sus «cantos amorosos», denominados berridos, para atraer a las hembras. En este cortejo de seducción también empiezan las luchas entre los venados ante la atenta mirada de las hembras.
La época de celo de los ciervos dura aproximadamente un mes y la provincia de Ciudad Real es uno de los mejores lugares de la Península Ibérica para vivirla de cerca. Cabañeros, la comarca de Los Montes, Sierra Madrona, el Valle de Alcudia o las localidades ciudarrealeñas pegadas a la Sierra de Alcaraz son solo algunos de los lugares donde se puede escuchar este peculiar e imponente sonido que emiten los venados.
Los ciervos, con su cornamenta renovada, se sitúan en los claros de vegetación para desde ahí lanzar sus bramidos, defendiendo el territorio de cara a otros machos, que acudirán para luchar por la zona y por las hembras que viven en ella. No sólo la voz, sino el sonido que producen los cuernos de los ciervos al chocar en sus duras luchas, impacta a todo aquel que decide vivir este fenómeno de la naturaleza.
Lo que recomiendan los expertos
Quienes más conocen el monte recomiendan no salirse nunca de los senderos marcados para no espantar a los animales y para evitar problemas en caso de que haya algún cazador o sea una finca privada. También es importante, además, que el sitio que elijamos tenga una buena vista de alguna ladera, aunque con solo oírles bramar ya merece la pena la experiencia.
Se recomienda que las personas que quieran disfrutar de ella vayan en un grupo reducido de personas, hagan el menor ruido posible y vayan provistos de prismáticos o telescopios terrestres para ver mejor a los ciervos. Siempre hay que evitar entrar en zonas de mucha maleza porque además de espantar a los animales es fácil desorientarse y perderse.
En cuanto a los horarios, la mejor hora siempre será al amanecer y el atardecer, coincidiendo con el momento en que los ciervos “bajan” a beber y hay más opciones de poder observarles en su hábitat.
La berrea de cerca
Debido al interés que suscita este espectáculo que nos brinda la naturaleza, la Delegación Provincial en Ciudad Real de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la JCCM, conscientes de ello y con el objetivo de acercar a la ciudadanía de la provincia el apareamiento de los ciervos, ha organizado unas visitas en las que la población puede disfrutar y sentir la berrea a escasos metros.
El lugar escogido para mostrar la berrea en su pleno esplendor en esta primera toma de contacto con el público en general ha sido el Monte de Utilidad Pública ‘Nuestra Señora del Rosario’, ubicado a medio camino entre Piedrabuena y Arroba de los Montes, y propiedad de la JCCM. Desde allí, cada tarde a partir de las 18:30 partían entre cinco y diez vehículos dispuestos a observar la berrea. Desde el 20 de septiembre y hasta el 10 de octubre, se han estado realizando estas visitas.
En el Monte ‘Nuestra Señora del Rosario’, más medio millar de ciervos, entre venados, hembras, varetos (ciervo de uno o dos años) y crías aguardan a ser vistos en las más de 2.000 hectáreas con los que cuenta de terreno.
Para acudir, los visitantes tan solo tenían que enviar un correo electrónico a montespublicoscr@jccm.es, desde donde se les da respuesta afirmativa para acudir a la visita. Una vez en el lugar de encuentro, los visitantes recorrían con sus vehículos un camino de unos cinco kilómetros de distancia. Una vez llegados a una zona de raña, tras recorrer estos cinco kilómetros, aparcaban sus vehículos y desde ahí disfrutar, ver y escuchar la berrea en pleno esplendor.
«La verdad es que ha funcionado muy bien. No nos esperábamos que fuera a tener tan buena acogida», reconocía a Lanza Jesús Nicolás, coordinador de la Demarcación Territorial de Piedrabuena de los Agentes Medioambientales de la JCCM, sobre esta buena iniciativa que ha tenido la JCCM. La idea, según Nicolás, era que la gente se inscribiera el día que pueda venir a ver la berrea y que no se superasen los cinco o seis vehículos para que los ciervos no se asusten al ver tanta caravana y los visitantes puedan disfrutar de ellos en las mejores condiciones.