El exalcalde de Manzanares Antonio López de la Manzanara (2011-2015) asegura que en el tiempo que fue alcalde la responsabilidad del control de vertidos de la depuradora de la localidad la tenía la empresa Acciona, concesionaria de la gestión. “Nosotros estábamos tranquilos porque teníamos una empresa que se encargaba de que lo de los vertidos se hiciera bien”, “por lo que sabía, nuestra depuradora era de las mejores de Castilla-La Mancha”, ha declarado en la primera sesión del juicio.
De la Manzanara, que ya no está en política, está acusado de delito contra los recursos naturales por permitir que vertidos industriales sin tratar de las bodegas Jesús del Perdón-Yuntero, Don Quijote y Galán de Membrilla llegaran al parque nacional de las Tablas de Daimiel, en las campañas vitícolas 2013-2014.
El exalcalde, en sintonía con el concejal de Medio Ambiente en esos años, Manuel Martín-Gaitero, asegura que se enteraron de que algo no se hacía bien por una inspección del Seprona, “a toro pasado, quince días después de la primera toma de muestras”; el exconcejal, por su parte, sí ha reconocido que estuvo presente en esas inspecciones.
“Una depuradora muy potente y muy buena”
De las cuestiones técnicas sobre autorización de vertidos, límites de dioxígeno y otros parámetros que la depuradora vertía al río Azuer (y a través de él al Guadiana y las Tablas) afirma que lo desconocía, pero tenía la tranquilidad de que la empresa que gestionaba la EDAR lo hacía bien. “Se supone que nuestra depuradora era muy potente y muy buena”, ha remarcado.
No existía régimen sancionador
De los posibles incumplimientos de las bodegas, ha explicado que entonces la normativa municipal respecto a depuración y vertidos ni siquiera contemplaba sanciones, y que en cuanto se enteraron por la Confederación Hidrográfica del Guadiana y el Seprona de lo ocurrido hicieron lo posible para subsanar esos problemas, “todo a través de Acciona”, ha insistido.
“Desde 2015 no ha habido más problemas, de hecho cuando dejamos el Ayuntamiento [este equipo de gobierno del PP perdió las elecciones en 2015] ya estaban en marcha los cambios”.
Martín-Gaitero: Acciona “se equivocó de reactivos”
Martín-Gaitero, el exconcejal de Medio Ambiente, ha sido más minucioso en su declaración, aunque también ha cargado la responsabilidad en la empresa adjudicataria del servicio de depuración de la EDAR de Manzanares y Membrilla. “Fueron negligentes, no actuaron bien entre 2013 y 2014”. Años en los que el Ayuntamiento de Manzanares afrontó una avería de la depuradora y una confusión que alteró la composición del agua residual porque según el exconcejal los técnicos se Acciona “se equivocaron de reactivos”.
En cuanto a la capacidad del Ayuntamiento para evitar los vertidos, Martín-Gaitero ha negado su pasividad, en sintonía con el abogado que les defiende, Jesús Velascoín, “en 2015 conseguimos que las bodegas tuvieran sus depuradoras”.
Dos vendimias excepcionales
En el caso de los vertidos de esos años se juntaron otras circunstancias excepcionales, llovió mucho y las campañas fueron excepcionales, tanto que la depuradora, diseñada en su momento para una población mucho más grande que la tienen ahora Manzanares y Membrilla, se vio desbordada, “la vendimia de 2013 fue muy grande y se concentró en poco tiempo”.
Borja: Membrilla tenía menos capacidad de control
Si un Ayuntamiento como el de Manzanares (unos 18.000 habitantes) fue incapaz de controlar que las aguas industriales desbordaran la depuradora, menos capacidad aún tuvo un municipio tres veces más pequeño como Membrilla, que comparte la gestión de los vertidos con su vecino. Es lo que ha explicado el alcalde Manuel Borja, también acusado en el caso por delito ambiental.
“Presionaron” a su bodega
El alcalde de Membrilla desde 2011 ha declarado que en cuanto se enteraron de los problemas de los vertidos, en su caso respecto de la bodega Galán de Membrilla, “presionaron” a esa industria para que construyera una depuradora propia e incluso le prohibieron verter, todo eso en torno a marzo de 2014. “Ellos eran muy reacios a poner plantas de tratamiento cuando a otras industrias más grandes no se les exigía”, ha dicho.
Con esas conversaciones Borja ha testificado que esperaban que en la vendimia de 2014 “no hubiera problemas en vendimia”. De los problemas con esos vertidos, según la testifical del alcalde, el Ayuntamiento de Membrilla se enteró en octubre de 2014, por una comunicación oficial de Acciona.
Las bodegas dicen que han tomado medidas
Por su parte, los tres responsables de las bodegas implicadas en los vertidos, Santiago Cantarero (Don Quijote), Félix Cano (Jesús del Perdón) y Agustín Fuentes (Galán de Membrilla), han declarado que en esas dos campañas solo recibieron advertencias previas a la vendimia, no sanciones. Que creían que la depuradora de Manzanares, que estaba sobredimensionada, tenía capacidad suficiente para depurar todas las aguas, y que a raíz de estos hechos todos adaptaron sus instalaciones con sistemas de depuración propios.
No sabían que lo hacían mal
En ese tiempo dicen que no fueron conscientes de hacer las cosas mal, y eso que en el caso de la Bodega Don Quijote tuvieron contacto permanente con el Ayuntamiento. Esa bodega cambió de dueño en agosto de 2013. En septiembre la depuradora se estaba poniendo en marcha y al año siguiente las instalaciones seguían en pruebas, “no es fácil construir una depuradora, hicimos un esfuerzo muy grande de 350.000 euros”, ha explicado el presidente de esta bodega, que no se enteró hasta mucho después de que les abrirían expediente.
La fiscalía pide 2 años y medio para siete acusados
El exalcalde de Manzanares, junto con el alcalde de Membrilla, Manuel Borja (la depuradora también afecta a esa localidad), los concejales de Medio Ambiente de ambos ayuntamientos en esos años, y los titulares de las cooperativas se enfrentan a dos años y medio de cárcel por delito contra los recursos naturales en el juzgado de lo Penal 1 de Ciudad Real.
140.000 euros de sanción por la vía administrativa
El caso, por vertidos en las campañas de vendimia 2013-2014, ya fue sancionado por la vía administrativa con multas de unos 140.000 euros, ahora se dilucida si ha habido daños al medio ambiente, en concreto al parque nacional, que sufrió una ruptura del ecosistema acuático del que tardó años en recuperarse, y si los investigados son responsables.
La fiscalía acusa a los alcaldes y concejales de Medio Ambiente de “permitir y consentir” los vertidos, que se detectaron por primera vez a finales del año 2013 en el río Azuer, y la participación conjunta de “todos ellos”, incluidas las bodegas, en la realización de vertidos de forma directa o indirecta, en contra de las disposiciones del medio ambiente. “Entendemos que se perjudicó gravemente el equilibrio de los sistemas naturales”, con unos vertidos “potencialmente susceptibles de causar un daño al medio ambiente”, explica el fiscal del caso Carlos G. Santorum.
El fiscal atribuye a los ayuntamientos de Membrilla y Manzanares, titulares de depuradora de aguas residuales, incluidas las industriales, no haber solicitado a la CHG informe para autorizar vertidos previamente a verter a los colectores.
La aglomeración urbana de Manzanares y Membrilla está incluida en una normativa especial que afecta a zonas sensibles de las cuencas hidrográficas, en este caso por su afección al parque nacional de las Tablas de Daimiel. El Azuer, afluente del Guadiana, se incorpora a la cuenca principal en el entorno del Molino de la Máquina, ocho kilómetros arriba del parque nacional de las Tablas. La depuradora de Manzanares vierte al río Azuer.
La fiscalía también pide inhabilitación
La fiscalía solicita inhabilitación para ejercer la alcaldía u oficio relacionado con el medio ambiente para los dos alcaldes y concejales investigados durante dos años, además de la pena de prisión. Para los bodegueros también reclama inhabilitación de dos años para ejercer actividades industriales y un nueva indemnización de unos 70.986 euros a abonar entre todos a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con la responsabilidad subsidiaria de los ayuntamientos de Manzanares y Membrilla.
La segunda vez en 6 meses que se juzga a alcaldes por delito ecológico
Es la segunda vez en apenas seis meses que un alcalde se enfrenta por lo penal a una acusación por delito ecológico en relación con los sistemas de depuración de su Ayuntamiento. El pasado mes de abril fue la alcaldesa socialista de Argamasilla de Calatrava Jacinta Monroy, juzgada y en su caso absuelta por los vertidos sin depurar al río Tirteafuera de la localidad. Su caso, en el que el fue imputada de más delitos, se juzgó en la Audiencia Provincial de Ciudad Real (se pedían penas más elevadas y hubo acusación particular).
Tanto el exalcalde de Manzanares como el actual alcalde de Membrilla son del PP y no se enfrentan a ninguna acusación particular, solo la del ministerio fiscal que defiende la legalidad en lo concerniente a la responsabilidad de los ayuntamientos de protección del medio ambiente.
El juicio continúa este miércoles con la declaración de los testigos, entre ellos responsables de la empresa Acciona a la que tanto se han referido los acusados este martes.