J. Y.
Ciudad Real
Cuando todavía están coleando las consecuencias del temporal de frío de hace unas semanas, con problemas de abastecimiento de frutas y verduras en supermercados europeos como los del Reino Unido, y con altos precios de calabacines, lechugas o tomates en los de España, este periódico ha recabado otra visión sobre las causas asociadas a la metereología que han provocado el descenso de la oferta de dichos alimentos. Así, no tanto han sido los siniestros en la despensa que representa la huerta de Almería como en el parón en el crecimiento de sus productos por bajas temperaturas.
La última ola invernal de nieve y frío ha puesto de manifiesto el protagonismo hortofrutícola español, que ha sufrido un declive (dependiendo de las zonas) por los efectos directos de los vientos, las erosiones por lluvias y las pérdidas de producción por las heladas, además de otro factor menos mediatizado como es el estancamiento en la maduración de un grupo de alimentos que necesitan una temperatura cálida.
Así lo dice Javier López-Bellido, profesor de Producción Vegetal (cultivos herbáceos) de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real, que explicó a Lanza que las hortícolas como los tomates, calabacines, pepinos o pimientos provienen de cultivos de invernaderos, donde escalonan las producciones a lo largo del año en base a los parámetros climáticos que aplican los agricultores y que responden a las demandas de estas plantas para su crecimiento.
López-Bellido señaló que Almería es la gran despensa de España y Europa gracias a los frutos que produce de manera intensiva y que el temporal lastró inopinadamente.
“La fábrica de tomate y calabacín funcionó esos días más lenta y ralentizó el crecimiento de la planta y la maduración del fruto”, explicó el investigador del Departamento de Producción Vegetal y Tecnología Agraria de ITA, que agregó que el resto lo hicieron las leyes del mercado: más demanda y menos oferta.
“Las bajas temperaturas han paralizado el crecimiento”, reiteró el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), y provocarán, según dijo, un retraso en las producciones que se enlazan desde octubre hasta mayo por “debajo de un crecimiento óptimo”.
“Es como la electricidad, comentó, que ha aumentado la demanda y han subido los precios”.
Huerta de Europa
Por ello, el docente puso en valor “la importancia” de España “como huerta en Europa”, una posición que tomó más relevancia este mismo miércoles en Berlín en la apertura de la feria Fruit Logística, en la que el Ministerio de Economía dio a conocer las cifra de exportaciones de estos productos, que en 2015 alcanzaron 12,78 millones de toneladas y un valor de 11.902 millones de euros en 2015. Del total, un 93% se destinó a países del ámbito europeo.
López-Bellido recordó que el “desequilibrio” en los mercados ha provocado la falta de lechugas y brócolis, así como las judías verdes han tenido una destacada subida de precios al consumidor, por lo que en cuanto se vayan recuperando las temperaturas, se repondrá el abastecimiento “sin ningún problema”.
El docente estimó un par de semanas para que se regularicen los picos de estas cotizaciones y bajen los precios, por ahora todavía elevados, aunque “puede pasar de todo, como que se agrupe la producción”, porque el mercado “es voluble y volátil y siempre hay riesgos”.
Bajos precios
En contra a la evoluciónalcista de precios de frutas y verduras para el consumidor, en las últimas horas organizaciones agrarias como Upa, Asaja y COAG- han denunciado una “significativa caída” de sus cotizaciones en origen, por lo que apuntaron a “prácticas especulativas de las cadenas de distribución” de las que, as ujuicio, son víctimas tanto los agricultores como los consumidores.
Abogaron porque se cumple la ley de la cdena alimenaria y todas las partes implicadas tengan sus márgenes.