Ante las declaraciones efectuadas en prensa por la concejala del PP en el Ayuntamiento, Rosario Roncero, el equipo de gobierno municipal estima que las opiniones vertidas en cuanto al expediente de la compra de terrenos para ampliación del cementerio municipal, implican una absoluta falta de respeto por el trabajo de los funcionarios municipales, informó el Ayuntamiento en nota de prensa.
En referencia a la compra de terrenos, la portavoz municipal, Sara Martínez, ha recordado que supuso el desembolso de más cuatro millones de euros para la compra de unos terrenos que finalmente no han tenido ningún destino. “Y lo cierto es que cuando se quiso estudiar el expediente, éste no aparecía, de lo que da fe el informe de un técnico municipal. Apareció en el despacho de otro funcionario de un departamento distinto, al buscar un expediente que nada tenía que ver con la compra de los terrenos. Así consta en diligencia firmada por este funcionario”.
La portavoz municipal afirma que “la “inversión” de esos cuatro millones es una muestra más de lo que ha sido la gestión del PP en Ciudad Real: despilfarro tras despilfarro del dinero público con el consiguiente perjuicio no sólo para las arcas municipales sino para todos los ciudadanos, en los que repercutirá durante años”.
Recordó así mismo otros “derroches” del Partido Popular, refiriéndose al parking del Torreón, proyecto iniciado 2004, cuando Francisco Gil Ortega era el responsable del Ayuntamiento de Ciudad Real –también PP- que ha estado dado bandazos y que se paralizó definitivamente en 2009 cuando decidieron resolver el contrato, con el compromiso de una indemnización a la empresa concesionaria de 760.000 euros por la obra ya ejecutada, que no llegaron a pagar. Esto está suponiendo años de molestias y perjuicios para los vecinos y ahora hay que recomponer y adecentar toda la zona”.
O la faraónica obra del Teatro Auditorio que se ha tragado 15 millones de euros y necesitaría otros 17 aproximadamente para poder terminarse.
Tampoco se olvidó Sara Martínez del “edificio fantasma, junto a la Vía Verde, una recompra que EMUSVI llevó a cabo cuando la gestionaba el Partido Popular, que se saldó con un desembolso superior en 515.000 euros al ingreso percibido por su venta inicial, edificio que nunca llegó a construirse”.
