«Industrialización en La Mancha: Las Fábricas de Conservas Vegetales en el Campo de Calatrava» es el título del libro que el historiador Francisco Asensio Rubio acaba de publicar la editorial Almud, dentro de la colección Biblioteca Añil, un volumen en el que repasa este tipo de emprendimiento, ligado a la actividad agraria, en los dos últimos siglos.
Asensio se adentra en este tipo de industria no solo en el Campo de Calatrava también en toda Castilla-La Mancha y que tuvo «unos resultados desiguales». Habla no sólo de la elaboración y envasado de la berenjena sino de otros productos, tales como el pisto manchego, el asadillo, el pimiento morrón, los champiñones, los ajos, etc, una industria que comenzó en la primera mitad del siglo XX y registró su principal impulso y desarrollo a partir de los años 60.
En una entrevista concedida a Lanzadigital, el autor del libro explica que la idea de adentrarse en este tipo de emprendimiento surgió hace seis años, en 2015, cuando el entonces presidente de la IGP Berenjena de Almagro, Vicente Malagón Sanroma, le invitó a participar en una mesa redonda con motivo de la I Feria de la Berenjena.

«Al preparar esa mesa redonda me encontré con la sorpresa de que en el Archivo Histórico Municipal de Almagro y, en general, en otros archivos, no había nada escrito sobre la berenjena. Se ha escrito mucho sobre el Corral de Comedias, por el que es muy conocido el municipio, o sobre los encajes y, curiosamente, sobre otro producto identitario, que hace de Almagro un sitio singular, como es la berenjena, no había nada escrito», explica.
Se fue adentrando poco a poco en esa investigación. En aquella mesa redonda presentó una comunicación que, con el paso del tiempo, ahora, se ha convertido en un libro, transcurridos casi 6 años de intenso trabajo y casi dos de ellos de pandemia que no era un tiempo propicio para publicar.
Una historia de las fábricas de conservas
«El libro lo he contextualizado en toda Castilla-La Mancha. He querido hacer una historia de las fábricas de conservas en nuestra región, que ha sido una comunidad muy poco industrializada, se industrializó muy tarde, y que ha dependido básicamente de la agricultura. Es verdad que hubo algunos sectores pujantes, como el calzado, la minería, la cuchillería en Albacete… y, también, las fábricas de conservas vegetales que es una industria de transformación de productos agrarios», explica.
Durante su investigación, Francisco Asensio ha ido buscando, rastreando, las principales fábricas conserveras a lo largo de los siglos XIX y XX en toda Castilla-La Mancha y, en ese contexto regional, Albacete, Toledo y Ciudad Real fueron los territorios en los que más se asentaron este tipo de industrias desde el s.XIX.
El epicentro, en el Campo de Calatrava
«Dentro de la provincia de Ciudad Real el epicentro de esas fábricas de conservas vegetales estaba en el Campo de Calatrava», indica Francisco Asensio que nombra, entre otras, la fábrica Salmerón en Carrión de Calatrava, la de José Vicente García de Villaraco en Torralba de Calatrava, Alfagea en Corral de Calatrava… «pero, sobre todo, fue en el Campo de Calatrava donde más cuajó y en el entorno de la berenjena aunque también de otros productos como el pisto, el asadillo, etc».
Con el paso del tiempo este tipo de industria se ha consolidado. «A lo largo de estos dos siglos se aprecia que estas conserveras eran fugaces en el tiempo, nacían con un buen propósito, los que las abrían trataban de seguir la estela de las grandes conserveras pero ni el tejido industrial era el mismo, ni se apostaba con fuerza por posicionar el producto en el mercado nacional, a veces la calidad, al abrir mercado, era menor… factores que le llevaban a tener poca durabilidad en el tiempo».
Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas de ellas se han consolidado y se han convertido en empresas que tienen una larga trayectoria y que no están amenazadas de desaparición, lo que les ha costado mucho esfuerzo y mucho tiempo.
Algunas ya muy consolidadas
Es el caso, explica, de Conservas La Plaza, en Almagro, la fábrica de conservas Antonio, en Bolaños de Calatrava, la conservera Calzado, Castro, y algunas nuevas que han ido surgiendo, y ya tienen una andadura de 15 o 20 años, como La Encajera o Conservas García también en la ciudad encajera.
«Muchos se han ido cayendo por el camino pero otros se han consolidado y son punteras. Todas ellas se reforzaron, también, cuando el año 2012 se creó la IGP Berenjena de Almagro», explica Francisco Asensio.
Un arduo trabajo de investigación
Para la elaboración de este libro su autor explica que ha «bebido» en los archivos municipales, locales, en el Provincial y, sobre todo, en el Instituto Nacional de Patentes y Marcas que es un reservorio para el estudio de las empresas, y la industrialización, fundamental.
«Además he utilizado, como fuente de mi investigación las etiquetas de las conservas vegetales. Hay un enorme coleccionismo, actualmente, de etiquetas de las empresas. Tanto es así que tanto en la Biblioteca Nacional, como en algunas otras donde la industria conservera ha tenido cierta importancia, han conservado las etiquetas. Muchas empresas las he logrado reconstruir a través de las etiquetas que, también, he comprado por internet, etiquetas que me han llevado al empresario y, también, a la empresa», añade.
Algunas curiosidades históricas
Ese amplio y exhaustivo trabajo de investigación le ha llevado a dar con algunas curiosidades históricas. En concreto, Francisco Asensio explica que en el año 1899, en Almagro, hubo un empresario, Sixto Lozano Galiano, un visionario, que montó la primera fábrica de conservas vegetales, en concreto, de berenjenas, de asadillo y de pisto.
Añade que en Ciudad Real capital hubo también una industria muy famosa, los Hermanos Astilleros, que montaron una fábrica de conservas vegetales a principios del S.XX y perduró hasta casi la postguerra. Tenían la fábrica, en la que envasaban asadillo, pisto y tomate, en la Ronda de Ciruela.
También en el pequeño municipio de Valenzuela se puso en marcha la primera empresa de la postguerra que envasó berenjenas de Almagro, con la marca El Ventero.
La presentación del libro, el viernes 15 de octubre en Almagro
La presentación del libro tendrá lugar este viernes, 15 de octubre, a las 20,00 horas, en el salón de actos del Palacio de los Condes de Valdeparaíso en Almagro.
En el acto estarán presentes Daniel Reina Ureña, alcalde de Almagro, Vicente Malagón Abad, propietario de la fábrica de conservas La Plaza y decano de los conserveros del Campo de Calatrava, Vicente Malagón Sanroma, vicepresidente de la IGP de la Berenjena de Almagro y empresario del sector y Francisco José Martínez Carrión, periodista y prologuista del libro.