Tal y como apuntaban las previsiones, el inicio de la siega en el sur de la provincia está constatando la estrepitosa caída de la producción de cereales estimada para las diferentes comarcas ciudarrealeñas, que tendrán menores rendimientos y unos precios “ruinosos” dejarán los ingresos por debajo de los costos productivos.
Así lo dicen fuentes de los ámbitos productivo y cooperativista consultadas por Lanza, que explican las razones de la campaña de herbáceos a la baja, cuyo cultivo ha padecido la falta de agua desde la siembra, con la consiguiente dificultad para la fertilización de fondo y la nascencia de la planta, apenas recuperada por las tardías lluvias de abril.
Según comentan, el descenso previsto podría reducir a más de la mitad el volumen de producción respecto a la de la anterior temporada ciudarrealeña, beneficiada por la primavera lluviosa, que alcanzó las 760.000 toneladas, un 11,5% más sobre las casi 682.000 t (incluido el maíz) de 2017.
Con datos a la baja comenta el inicio de campaña el portavoz de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha, Ramón López Hervás, quien apunta a producciones de 2,3 toneladas por hectárea de cebada, “por debajo de los resultados de la pasada campaña”, según las estimaciones de la sectorial de esta misma semana.
José María Ciudad, de la cooperativa San Isidro de Ciudad Real, comenta la reducción del 20% prevista por la sectorial de Cooperativas para la producción de Castilla-La Mancha, unos valores, aunque provisionales, que le parecen “cortos”, ante lo que estima de pérdidas para la provincia, en una media del 45% menos respecto a la pasada temporada productiva.
En los primeros días de siega, “con calidad en el peso específico del grano” que recepcionan en la cooperativa, “me está sorprendiendo gratamente” con bajas de no más del 25%, aunque su percepción como profesional de la semilla y los granos apunta a descensos cercados al 50%
Solución a la tesorería
Para compensar estas pérdidas, Asaja Castilla-La Mancha respalda la propuesta de la Junta de Castilla y León de plantear un anticipo de la PAC, como “solución a la tesorería de los agricultores”.
Así lo razona Arturo Serrano, secretario general técnico de la organización a nivel regional, quien confirma la previsión de “reducción cuantiosa” de grano y lamenta que los cerealistas “sólo” vayan a ingresar “por la Pac y por lo poco o mucho de la producción”.
A las mermas productivas, apunta, se suma la caída de precios, en un conjunto de factores que “acotan el umbral de rendimientos” y que lleva a los productores a una situación “crítica”.
Por ello, para Asaja, el sector cerealista español, al margen de las decisiones políticas, “tiene que reaccionar” y desplegar su “solvente capacidad para abastecer el mercado nacional”, frente a las importaciones en contingentes desde Ucrania y Rusia, que limitan las ventas españolas.
La entidad, explica Serrano, apuesta por una concentración de la oferta y la logística, a través de la firma de convenios entre centrales de piensos, cooperativas ganaderas y agrupaciones de productores, que permitan intervenir en el mercado y “subir la rentabilidad”.
No llega a los costes
Pedro Martínez, cerealista de Ciudad Real lleva varios días inmerso en las tareas de siega, primero de cebada y ahora de guisantes, a las que seguirá con los triticales y el trigo.
Sobre el terreno confirma las pérdidas para su actividad, al estar recogiendo “la mitad o más por debajo respecto al año pasado”.
“No estamos cubriendo costes”, declara, y mucho menos en su caso “que pago rentas (tiene terrenos arrendados)”.