J. Y.
Ciudad Real
La actividad inmobiliaria en la provincia de Ciudad Real sigue registrando una actividad sostenida tras una larga crisis en el sector y en el peor año desde el desplome de la llamada ‘burbuja inmobiliaria’.
Según portavoces de varias agencias de Ciudad Real, Alcázar, Valdepeñas y Puertollano, el nivel de trabajo varía dependiendo de la comarca, si bien la desconfianza de los potenciales compradores, el rígido acceso a la financiación y el aumento de gastos fiscales en la compra de una casa son las principales fronteras que salvar.
El gerente de Inmogestiona, en Puertollano, señaló que en tiempos de recesión “hay que adaptarse al mercado, ajustando costes, rebajando precios y honorarios, y dando más servicios”. Confirmó que 2012 “está siendo un año catastrófico” para el sector de venta de casas, si bien refleja la situación económica del país en lo que es un ciclo roto: “si hay actividad en el mercado laboral, hay más demanda y, por tanto, más movimiento del dinero y más financiación”.
Por ello, de cara al otoño, no ve ve un escenario muy positivo “por el stock de vivienda sin absorber tanto de bancos como privado”.
En la misma línea se expresó un portavoz de Sánchez Monreal, de Alcázar, que declaró que “hay miedo a la compra”, si bien dibujó un panorama distinto en esta comarca. “Aquí no se construyó mucha vivienda nueva”, lo que incide en que no haya una gran bolsa de pisos sin vender. También dijo que en esta localidad se ha mantenido una línea de actividad sostenida.
Peor diagnóstico hicieron portavoces de varias inmobiliarias de la capital, donde acusan la crisis de manera vertiginosa desde finales de 2006. Aseguraron desde las agencias Grupo Trin y Doncel que la crisis sigue lastrando al sector, a pesar de que “todavía no hemos tocado fondo”. Además la financiación y los últimos recargos fiscales siguen siendo baluartes que frenan a potenciales compradores. “Sólo compran lo que está en precio”, sentenciaron.
Hipotecas
Realizaron este balance coincidiendo con los datos de las cifras de créditos hipotecarios sobre viviendas suscritos en junio en la provincia.
La estadística recoge que hubo un retroceso del 23% hasta las 147 operaciones, respecto a las 190 del mismo mes de hace un año.
Asimismo, la media del importe suscrito en los créditos descendió más, un 40%, pues de los 16,7 millones de euros de junio de 2011, en el sexto mes de 2012 el total invertido fue de poco más de 10 millones.
Los préstamos solicitados para la compra de viviendas supuso el 66% del total de hipotecas constituídas en la provincia para comprar fincas urbanas, 222. De esta manera, para adquirir otras fincas urbanas y solares se firmaron 66 y 9 créditos, con retrocesos del 25% y del 50%, respectivamente.
En lo referido a las fincas rústicas, representaron menos el 10% del total ( 22 de 244), frente a más del 90% de urbanas hipotecadas (222).
Cancelaciones
En cuanto al número de cancelaciones de hipotecas creció un 21%, de 311 a 380. De este total, 266 eran sobre viviendas, 89 sobre otro tipo de urbanas y 14 sobre solares. En el caso de las parcelas rústicas se cerraron once.
Estos cierres de créditos fueron en su mayoría (245) acuerdos con cajas de ahorro, en el caso de las urbanas, mientras que otras 74 hipotecas se clausuraron con bancos y 50 con otras entidades. La misma línea se registró en las rústicas, con 6, 3 y 2 operaciones, respectivamente.