El niño de 4 años rescatado con síntomas de ahogamiento de una piscina en Daimiel el 22 de junio ha sobrevivido al accidente acuático, recibió el alta días después de pasar por el Hospital el General de Ciudad Real, en la UCI pediátrica, según han confirmado fuentes del Sescam.
El menor se accidentó hace dos semanas en un chalé del paraje del Campillo, en una celebración familiar. Los sanitarios lograron estabilizar al menor en el lugar antes de evacuarlo al hospital lo más rápido posible, en helicóptero medicalizado.
El accidente de Daimiel ha sido el segundo de entidad en lo que va de verano en la provincia. La semana anterior a ese accidente, el 14 de junio en Las Casas del Río (Porzuna) un joven de 29 años no tuvo tanta suerte y murió ahogado en el río Bullaque, en el que se zambulló sin saber nadar.

Medidas de prevención de ahogamiento en piscinas
Vigilancia continua: no existe sustituto de la vigilancia de un adulto. Quien acompañe al niño debe estar permanentemente vigilando y si se ausenta debe nombrar un sustituto. Es primordial no perder de vista a los pequeños cuando se bañan o están cerca del agua.
Norma 10” 20”: el adulto debe mirar al niño cada 10 segundos y debe permanecer a una distancia tal que le permita llegar en 20 segundos.
Detectar riesgos: comprobar si existe algún modo de que el niño muy pequeño llegue a la piscina y de qué manera lo haría, para evitarlo.
Protección: incorporar dispositivos de seguridad que impidan que el niño llegue al agua en un descuido.
Aprendizaje: antes del verano y desde bastante pequeños deberían aprender a flotar primero y nadar después. Este aprendizaje no exime en ningún caso de la vigilancia.
Dispositivo de rescate: tener a mano salvavidas, pértiga y teléfono para contactar con emergencias.
Orden: mantener alejados de la piscina juguetes u objetos que llamen la atención del niño y al sentirse atraído por ellos le hagan acercarse al agua.
Drenajes: asegúrate de que los sistemas de drenaje están apagados y los niños están lejos de los mismos.
Seguridad: tener vallas, cobertores de invierno, alarmas perimetrales o de inmersión, elementos de flotación adaptados a cada niño.
Emergencias: aprende la secuencia de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el teléfono de emergencias (112).
Medidas de prevención de ahogamiento en playas
Siempre acompañados: nunca dejes a los niños ir solos a la playa. Ellos no tienen la misma percepción del peligro que nosotros y pueden menospreciarlo.
Mejor con socorrista: elige playas con servicio de socorrista. Respeta y sigue sus indicaciones.
Chaleco: mejor saber nadar, pero si no es así, en el mar, mejor chaleco que flotador o manguitos.
Evitar saltos: enséñales que no deben saltar desde las rocas o cualquier tipo de plataforma en altura, el peligro que ello supone y las consecuencias desastrosas que puede acarrear. Predica con el ejemplo.
Desconfía de los inflables: las colchonetas, flotadores, etc. dan falsa sensación de seguridad.
Después de comer: deben entrar despacio en el agua ya que existe el riesgo de hidrocución ante cambios bruscos de temperatura.
Vigila constantemente: en la playa hay mucha gente. No los dejes solos ni un minuto.
Confía en el socorrista: si hay que hacer un rescate, sigue siempre sus instrucciones.
La RCP salva vidas: aprende la secuencia de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el teléfono de emergencias (112).
Protégele del sol: aplica crema solar SPF50 con frecuencia, gorro, gafas de sol, ropa ligera, protector labial con filtro solar. Los golpes de calor pueden ser fatales en el agua.