La restauración ambiental del itinerario de la isla del Pan en las Tablas de Daimiel, el mejor lugar para tomarle el pulso a la delicada salud del parque nacional, se refuerza estos meses con la construcción del nuevo centro de visitantes que, no sin polémica, como casi todo en las Tablas, acomete el Ministerio para la Transición Ecológica desde marzo del año pasado con fondos europeos.
El objetivo es dotar al parque de nuevo centro de interpretación interactivo y moderno, acorde a las necesidades del público del siglo XXI.
El nuevo edificio, un proyecto de 2,4 millones de euros financiado con fondos europeos de recuperación Next Generation, se levanta sobre el antiguo centro de visitantes, del que se han respetado los porches característicos, las pilastras y la fisonomía original.
Quedan todavía meses de trabajo, aunque ya se vislumbra el resultado final exterior. El nuevo edificio está tan integrado en el paraje (a los visitantes se les atiende ahora en el punto de información) como el antiguo. La obra estará terminada a finales de año, queda el proyecto de musealización, diseñado pero no aprobado. “Queremos algo que explique bien cómo es este parque nacional pero también que llame la atención de un público cada vez más exigente”, comenta Carlos Ruiz de la Hermosa, el director del parque.

Unas 75.000 personas al año por antiguo centro de visitantes
Pese a tratarse de un espacio de los años ochenta, a todas luces pequeño, por el antiguo centro de interpretación de las Tablas de Daimiel pasaban unas 75.000 personas al año; con el nuevo, de mayor capacidad, se alcanzarán las 100.000.
En cuanto a visitas en general este año, el director confía en conseguir las 140.000, que son algo menos de la mitad del récord del año 2010, la última vez que se inundó por completo el humedal. Ese año pasaron por las Tablas de Daimiel 300.000 personas.

Las Tablas de Daimiel reciben agua del Gigüela esta primavera
Las Tablas de Daimiel inician este mes de mayo en uno de sus mejores momentos desde el año 2018, propiciado por los efectos de la borrasca Nelson en el río Gigüela, que llegó al parque nacional el pasado 15 de abril, algo que no ocurría desde el año 2013.
Aquella inundación se mantuvo hasta la primavera de 2018, porque entonces el río Guadiana estuvo activo, algo que no pasa ahora, pero que no resta importancia al hito del decenio: el Gigüela inundando y con ello llenando de aves acuáticas y vida la isla de Algeciras y desde ella el resto del humedal, al que se ha estado bombeando agua de subterránea todo el invierno para evitar los incendios de turberas.