S.Ruipérez/Ciudad Real
Ventillas, La Bienvenida y Brazatortas son los municipios cuyas iglesias, ermitas o templos han podido ser arreglados gracias a los 50.000 euros fruto del convenio que, anualmente, rubrican la Diputación provincial de Ciudad Real y el Obispado de Ciudad Real.
El encargado diocesano de Obras de la Diócesis de Ciudad Real, Rafael Melgar, explicó a este diario que el objetivo principal de este acuerdo, con la institución provincial, es ayudar en la mejora de infraestructuras de la Iglesia Católica en los municipios más pequeños de la provincia.
“No son fondos que destinemos a otro fin, todo va a obras, esta es una gran ayuda social que hace la Diputación”, explicó Melgar al tiempo que significó que la colaboración entre el Obispado de Ciudad Real y la Diputación se alarga en el tiempo, si bien es cierto que, desde hace unos cuatro años a esta parte, la partida se ha mantenido fija en los 50.000 euros.
En la misma línea, el responsable de Obras de la Diócesis indicó que este año se han de firmar tanto el convenio de 2015, que no se rubricó por la Ley del Techo de Gasto, como el correspondiente al año en curso.
Las obras que se van a justificar en el acuerdo de 2015 se circunscriben a la zanja perimetral de la iglesia de Brazatortas para evitar humedades; y los techos de los templos en Ventillas y La Bienvenida.
Con la rúbrica de este convenio la Diputación y el Obispado dotan de continuidad una línea de colaboración que se renueva con carácter anual para ayudar en la rehabilitación de los edificios religiosos y pastorales que se encuentran en zonas rurales más pequeñas de la provincia y que presentan una especial necesidad por falta de recursos.
Para el correcto cumplimiento del acuerdo se crea un grupo de trabajo integrado por los diputados provinciales delegados, entre los que se encuentra la vicepresidenta de la Diputación, Jacinta Monroy, el diputado del área de Obras, y un técnico de Bienestar Social, en representación de la Diputación; y por el Obispado, el vicario General y el encargado diocesano de Obras, Rafael Melgar.
Este grupo de trabajo se ocupará de estudiar las prioridades en la reparación y mejora de los edificios destinados a las prestaciones de servicios religiosos o pastorales. Y también analiza y evalúa la marcha y el cumplimiento de las acciones que se programen.
Además de este convenio, el Obispado de Ciudad Real también formaba parte de la Comisión Mixta Iglesia-Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por la que el Ejecutivo autonómico destina una partida al cuidado y mantenimiento de edificios religiosos declarados Bien de Interés Cultural, BIC.
De ese acuerdo el año pasado nada se supo, aunque sí se cuenta con retormarlo con el Ejecutivo autonómico actual en los próximos meses.