Las organizaciones locales del PCE y la UJCE han puesto en marcha una campaña de denuncia con la que buscan llamar la atención sobre la proliferación de casas de apuestas, “la cual se ha dado en un contexto de deterioro generalizado de las condiciones de vida de las clases populares y debido a las connivencias entre este tipo de negocios y los poderes políticos”, añaden en nota deprensa.
A su juicio, el auge de las casas de apuestas deriva de la última rebaja del 5% en su tributación y tras la ley de Juego española de 2011, que abrió el mercado para apuestas deportivas y póker online, desarrollada en Castilla-La Mancha con la ley regional de Juego de 2013.
Desde entonces, las casas de apuestas se han multiplicado, a la vez que lo ha hecho la publicidad del juego y apuestas, tanto física como online. En 2014 apenas había 50 locales de este tipo en Castilla-La Mancha y ya hay más de 200, y la previsión de la patronal del sector (ANESAR) es que siga creciendo.
Ocho locales en Ciudad Real
En Ciudad Real ya se cuenta con ocho locales dedicados a este negocio para una población aproximada de 74.000 personas (INE, 2016), superando la proporción de servicios públicos como centros sociales o centros de salud. En muchas ocasiones, además, se encuentran a poca distancia de centros de enseñanza u otros lugares en los que socializa la población joven, como parques y plazas.
Desde el Partido Comunista y la Juventud Comunista, denuncian los efectos negativos que tiene el juego en quien lo practica, como la ludopatía y el endeudamiento, y recalcan que estos negocios se dirigen especialmente a la población trabajadora. Aprovechando la precarización económica de la clase trabajadora en los últimos años y la falta de alternativas, se busca atraerla al juego con falsas promesas de dinero fácil y rápido, dejando tras de sí dramas humanos y familias destrozadas con el único objetivo de enriquecer al empresariado del sector. Para ello es central el papel de la publicidad, agresiva y protagonizada por famosos con amplia incidencia y repercusión social, en un intento de hacer pasar el juego como una actividad inocua y en la que el jugador tiene el control.
Un modelo de ocio alternativo
Como alternativa a las casas de apuestas, el Partido Comunista y la Juventud Comunista reivindican un modelo de ocio alternativo que ofrezca otras posibilidades, sano y que aumente la conciencia crítica. Apuestan, por tanto, por un modelo de ocio construido a partir de la concienciación y organización de la clase trabajadora y el tejido social (AMPAs, clubes deportivos, asociaciones vecinales), en el que el deporte sea una herramienta de socialización y fraternidad de la clase trabajadora, y no una herramienta de engaño y vil enriquecimiento.
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