El Patronato del Festival de Teatro Clásico de Almagro decidirá a finales de septiembre o principios de octubre la continuidad de Ignacio García al frente del certamen, que este año ha celebrado su 45 edición.
Cuando se cumplen los cinco años previstos en el nombramiento del músico y director de escena como director de uno de los ciclos más influyentes del teatro de los Siglos de Oro español y a preguntas de los periodistas en la presentación del balance de la programación de 2022, cerrada este domingo 24 de julio, García ha mostrado su intención de seguir consolidando su apuesta, y varios de los patronos presentes han mostrado su apoyo al dirigentes cultural.
“Mi equipo y yo nos sentimos orgullosos de lo que hemos hecho”, ha dicho García, antes de celebrar los compromisos cumplidos desde 2018 “con ilusión y orgullo”.
Igualmente, se ha mostrado “respaldado” por el patronato y las instituciones, además de por la sociedad civil, un empuje al que “nos encantaría dar seguimiento”, aunque la última palabra la tiene el patronato, que está presidido por el Ministerio de Cultura.
De hecho, García ha comentado durante la exposición de los resultados algunos preparativos de cara a la próxima edición, como entidad que “no produce pero sí promueve e impulsa producciones de obras clásicas”.
Daniel Reina, alcalde de Almagro, como representante de la institución pública, ha mostrado su apoyo a García sin fisuras, “por unanimidad” de los presentes –la viceconsejera de Cultura, Ana Muñoz, y el vicepresidente de la Diputación y responsable del Área de Cultura, David Triguero, porque “nos ha encantado lo que ha hecho”. Ha valorado la valentía del director con iniciativas tan arriesgadas como exitosas como el ‘Teatro de sus Mercedes’ o el ‘Biciverso’.
La renovación sin sorpresas se producirá a inicios de otoño en Madrid, aunque no será por otros cinco años, sino por tres, tal y como recogen los estatutos del Patronato.
Externalización del servicio de prensa
Por otro lado, preguntado por la externalización de los servicios de Prensa, García se ha mostrado contrario a esta metodología, tal y como lo ha venido plasmando en las reuniones de la entidad rectora porque “perdemos control sobre los procesos de producción y técnicos”.
“No es bueno”, ha reiterado, aunque es una decisión de “las políticas del patronato” que acata por “la figura jurídica” que dificulta otro modelo, y “los recursos limitados” de que dispone.
Preguntado por las críticas hacia espectáculos como ‘Adolfo Marsillach soy yo’ de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) para abrir el festival o la calidad cuestionada de ‘Mirar a los mirones’, una coproducción hispano inglesa, que apenas recibió el aplauso del público, García se ha defendido y ha dicho que “nosotros no podemos ser censores”, sino «animadores» para impulsar producciones clásicas.
Con la incertidumbre de dónde puede estar la clave del éxito, ha dicho que la CNTC, en su caso, “gestiona” su programación, también co nreducción de presupuesto, si bien, en su opinión, debería haber una revisión de la presencia de la compañía en la cita almagreña.
Respecto a otros espectáculos “no podemos limitar, ni elegir la estética ni la escuela de verso” porque “no es nuestra misión”, ha sostenido, a la vez que ha aceptado “que pueda haber errores”.
“Sacamos conclusiones y en septiembre valoraremos la edición”, ha indicado, a veces con un resultado inesperado como “este último fin de semana en el que nos hemos quedado cortos porque se vendió todo”.