Con el corazón en un puño estaban en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles ante la amenaza de lluvia que llevó a retrasar la salida de la procesión de la Coronación de Espinas y, a su vez, el inicio de la procesión del Prendimiento.
Hubo tregua y los numerosos vecinos del barrio de Los Ángeles y del conjunto de la ciudad que acudieron a la salida del Misterio pudieron presenciar a Jesús Cautivo que estrenó túnica blanca para una procesión que volvió a mostrar la juventud y fuerza de la Hermandad del Prendimiento.
42 hermanos a costal, con otra cuadrilla completa de refuerzo, portaron el Misterio que llevó en uno de sus guardabrisas delanteros un cirio con el lema ‘Salud de vida’ a favor de los donantes de órganos.
En el elogiado avance, con muchos cambios, del paso del Misterio contribuyó la estrecha conexión con la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva.
Tras los primeros temores por la lluvia, la procesión iba cumpliendo su recorrido hasta que poco antes de llegar a la Plaza Mayor volvió a aparecer el agua, lo que obligó a recortar por las calles Cruz y Paloma, realizar un saludo a la Hermandad de Jesús Nazareno en la Puerta del Perdón de San Pedro y regresar al barrio de los Ángeles.
Por otra parte, también este año la Virgen de la Salud luce, entre otros estrenos, una diadema en metal dorado y aro de estrellas en metal plateado.
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