Tres educadores sociales hacen ya trabajo de campo en el barrio del Pilar de Ciudad Real dentro del programa Empu-G de prevención selectiva frente a las adicciones con adolescentes de entre 12 y 18 años en situaciones de vulnerabilidad. Desempeñarán un papel de “acompañamiento” dispuestos a que tengan “una oportunidad” para cumplir sus sueños.
La concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, ha destacado este jueves que la puesta en marcha de este proyecto responde al interés del Ayuntamiento por construir “una ciudad más justa, solidaria e igualitaria”, a lo que contribuye también el Plan Municipal de Adicciones y el Plan Local de Inclusión Social.
Con una inversión de 14.500 euros, que cuenta con financiación de los fondos Feder a través de la estrategia Edusi, el concejal de Juventud e Infancia, Antonio Gallego, también ha expresado el interés por promover la “inclusión social” de personas en dificultades, y al mismo tiempo cumplir con uno de los objetivos de prevención de comportamientos adictivos.
Trabajar por la integración comunitaria desde una visión positiva de la juventud
Entre septiembre y diciembre, el proyecto incluirá un primer periodo de captación de adolescentes. Una de las responsables, Lidia Prieto, ha explicado que trabajarán “de forma directa con 50 adolescentes”, aunque también involucrarán a sus familias y a otros agentes sociales que trabajan en el barrio, con los que crearán una “red” siempre desde una visión positiva y constructiva de la juventud.
Los jóvenes inscritos estarán distribuidos por edades en tres grupos, con los que trabajarán dos horas a la semana, los miércoles y los viernes. Los educadores serán una cadena de transmisión para reforzar los vínculos educativos, acceder a cursos de formación y realizar actividades de integración comunitaria, como son los intercambios a nivel europeo, los campamentos y el encuentro provincial que realizan cada año.
Buena acogida en el barrio
Creada en 2013, la asociación Pokhara tiene una larga trayectoria en la realización de planes de prevención selectiva e indicada con adolescentes con dificultades. Así pues, han tenido experiencias de éxito en otras localidades de la provincia, como Miguelturra, Manzanares, Puertollano, Tomelloso, Valdepeñas, La Solana o Socuéllamos.
En el barrio del Pilar han tenido una “buena acogida”. Los educadores han apuntado que están “encantados” con la recepción y el ambiente que existe en el barrio. “Es una oportunidad buenísima para que los chavales del barrio del Pilar”, han insistido los educadores, que realizarán en los próximos meses actividades para reforzar la autonomía, la autoestima, y el desarrollo personal y social.