Belén Rodríguez
Ciudad Real
Francisco Huertas, el psiquiatra que trató entre en 2003 y 2012 a Luis Miguel Villalón, el expolicía acusado de intentar matar al marido de la que había sido su abogada, Amparo Navarro, tras asaltar su despacho profesional en Ciudad Real hace dos años, declaró esta mañana en el juicio que el acusado es un enfermo crónico que padece una trastorno mixto de la personalidad, de tipo ansioso depresivo con rasgos paranoides.
No es un psicótico, pero sí alguien que tiene tendencia a reaccionar con impulsividad ante amenazas reales o figuradas, y según el doctor aquel 12 de noviembre de 2013, cuando le dio un corte en el cuello a Antonio Delgado (el marido de la letrada), actuó “de una forma absurda”, bajo su punto de vista, “con su capacidad volitiva disminuida y mermada”.
Huertas, que intervino como perito en la sesión de este miércoles, explicó al tribunal que enjuicia el caso en la Audiencia que hacía más o menos un año que no veía a Villalón, al que considera “un enfermo crónico que debe tratarse”, y afirmó que su trastorno no ha desaparecido, sino que persiste en la prisión en la que está preso preventivo por estos hechos. De hecho fue su problema psiquiátrico por el que fue jubilado de la Policía Nacional antes de los de los cuarenta.
El psiquiatra, que insistió a preguntas de la acusación particular, en que es neutral, entiende que su manera de actuar aquella noche: fue embozado, armado y con guantes, supuestamente a hablar con Navarro, que le había tramitado su divorcio en el año 2008, “no es el comportamiento de una persona que está en sus cabales”.
Las personas que socorrieron a Amparo Navarro y a su marido aquella noche -su despacho está enfrente de los multicines de Ciudad Real-, no aportaron ningún dato relevante sobre la forma en la que supuestamente huyó el acusado del bufete. “Yo me centré en ayudar al hombre que estaba sangrando en el cuello y perdiendo mucha sangre. Estaba muy grave, no vi a nadie, aparte de ellos, salir del edificio”, explicó uno de esos testigos.
La fiscalía pide nueve años de prisión para Villalón por intento de homicidio, mientras que la acusación particular que ejerce la abogada, lo acusa de dos intentos de asesinato y otros delitos menores, y reclama 32 años de cárcel por los mismos hechos.
Jesús Corella, que defiende al acusado, mantiene que sólo es responsable de un delito de lesiones.
El juicio continúa hoy con el informe de los forenses y las conclusiones de las partes.