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10 septiembre 2024
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El retablo mayor de la catedral de Ciudad Real, entre los destacados e imprescindibles en una visita a Castilla-La Mancha

Retablo JJ 1
Imagen de parte del retablo mayor de la catedral de Ciudad Real/ J.Jurado
Laura Espinar / CIUDAD REAL
El retablo mayor de la catedral de Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real figura entre los cinco recomendados, e imprescindibles, en una visita a Castilla-La Mancha, una región que suma una importante colección. Junto a él, destacan los retablos de la catedral de Santa María de Toledo, de Santa Librada en Sigüenza y los de las iglesias de San Pedro Apóstol en Villaescusa de Haro en Cuenca y San Bartolomé de Bienservida en Albacete.

La consejería de Educación, Cultura y Deportes ha puesto en valor y recomendado este Miércoles Santo cinco retablos de la región que decoran el interior de iglesias, capillas y catedrales y que el viajero no se puede perderse en su visita a Castilla-La Mancha. Esta comunidad tiene – publica en redes sociales el portal de Cultura`– una magnífica colección de retablos, entendido como un elemento artístico levantado a iniciativa de personajes relevantes de la historia regional. “Figuras de origen eclesiástico o donantes civiles que pusieron su mecenazgo al servicio de las ideas religiosas del momento”.

El retablo más elegante del XVII

Es el caso del retablo de la catedral de Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real, uno de los cinco recomendados, una obra del escultor flamenco Giraldo de Merlo realizada entre los años 1612 y 1616 bajo el mecenazgo de Juan de Villaescusa, secretario del virrey de México. De Merlo siguió el proyecto de construcción de Andrés de la Concha mientras que Juan Hasten y los hermanos Cristóbal y Pedro Ruiz Elvira intervinieron en la pintura y estofado.

En este sentido, Cultura explica que la catedral de Ciudad Real posee uno de los retablos más elegantes del siglo XVII castellano-manchego. Es de estilo barroco y “respira clasicismo gracias al esmero con el que se trata el conjunto, alternando, de la base al ático, órdenes grecorromanos ejecutados según las directrices clásicas”. Como conjunto catedralicio, fue declarado monumento histórico-artístico en el año 1931.

Retablo de Santa Librada de la catedral de Siguenza David Blazquez
Retablo de Santa Librada de la catedral de Sigüenza/ David Blázquez/ Cultura

Otros cuatro retablos

Junto al retablo de la catedral de Ciudad Real, otros cuatro retablos forman parte de la exposición “Un patrimonio de todos” que recorre la región y supone una buena ocasión para conocer el patrimonio castellano-manchego. Son los retablos de las catedrales de Santa María de Toledo y de Santa Librada de Sigüenza (Guadalajara), el de la capilla de la Asunción de la iglesia de San Pedro Apóstol en Villaescusa de Haro (Cuenca) y el de la iglesia de San Bartolomé de Bienservida en Albacete.

El retablo mayor de la catedral de Santa María de Toledo corona el altar mayor y fue levantado en la época de los Reyes Católicos siendo la última expresión del gótico florido que dio paso al Renacimiento. Se realizó en madera de alerce entre los años 1498 y 1504 por encargo del cardenal Cisneros.

El retablo de Santa Librada de la catedral de Sigüenza (Guadalajara) se realizó como mausoleo para venerar las reliquias de esta santa mártir que llegaron en el siglo XII. Fue mandado construir por el obispo Fadrique de Portugal en el siglo XVI en piedra caliza y concebido como un arco de triunfo clásico. “Una joya plateresca que aúna en un solo espacio mural las funciones de retablo, altar y sepultura de Santa Librada” y enriquece, sin duda, la candidatura de Sigüenza como ciudad Patrimonio de la Humanidad.

El retablo de la capilla renacentista de la Asunción de la Iglesia de San Pedro Apóstol en la localidad conquense de Villaescusa de Haro se atribuye al taller de Felipe Bigarny de ahí su estilo gótico hispano-flamenco de transición al renacimiento. Realizado en madera de pino sin policromar en origen, el delicado color que presentan las distintas escenas fue fijado a finales del siglo XVIII.

Retablo de la capilla de la Asuncion de la Iglesia de San Pedro Apostol de Villaescusa de Haro
Retablo de la capilla de la Asunción de la Iglesia de San Pedro Apóstol de Villaescusa de Haro/David Blázquez/ Cultura

Gran joya del Renacimiento

Por último, el retablo mayor de la Iglesia de San Bartolomé en la pequeña localidad albaceteña de Bienservida, ubicada en la comarca de la sierra de Alcaraz, está considerado una “gran joya del Renacimiento”. Presidido por el titular de la parroquia, destaca su majestuosidad y dimensiones y se distinguen dos partes diferenciadas. La inferior es plateresca del primer tercio del siglo XVI, mientras que la superior es de primeros del XVII y parece adscribirse al manierismo castellano.

Aunque no está demostrado documentalmente, este retablo se atribuye a la condesa de Paredes que, en el siglo XVI, quiso reconocer a esta villa el trato que le dio toda su vida. Y este bello conjunto, declarado BIC en 1991, sería el resultado.

Dignos de admiración

Según los datos que publica Cultura, los retablos son dignos de admiración tanto por lo que representan, al aunar arquitectura, escultura y pintura, como por el importante número de maestros, artesanos y especialistas que movían para ejecutar la obra.

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Catedral de Toledo - EUROPA PRESS - Archivo
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