Ríos de vino han corrido en la apertura de la Feria Nacional del Vino, Fenavin 2022, para sellar negocios que aúpen al vino español en el mundo, un sector que se ha mostrado más unido que nunca en la vuelta a la “normalidad” tras la terrible pandemia, y que ha tenido en la apertura a un padrino de honor, el rey Felipe VI.
La fotografía de Fenavin en su vuelta tras 3 años ha sido clara: todas las administraciones han abrazado el vino. El ministro de Agricultura, Luis Planas, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto al presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, y la alcaldesa de la capital, Eva María Masías, han flanqueado al Rey en su paseo por Fenavin, que ha durado una hora y media.
España, con una producción anual de más de 40 millones de hectolitros, está en el ‘top 3’ internacional, pero es que Castilla-La Mancha, con una producción que alcanzó los 25 millones de hectolitros en la última campaña, por encima de países como Estados Unidos, es “la mayor bodega del mundo”. Por eso Fenavin tiene lugar en Ciudad Real.
La alegría se notaba en el ambiente desde primera hora, con el trasiego continuo de compradores y exportadores con maletas y teléfonos en el oído. La previsión es que durante los tres días que dura este gran escaparate para el vino español asistan 18.000 compradores, entre ellos 3.700 internacionales, atraídos por las cerca de 2.000 bodegas y cooperativas que están presentes.
Rafael Torres le dice al Rey que en Tomelloso hay “mucho vino y muy bueno”
“Viva el Rey y viva el vino”, se han escuchado a las once de la mañana cuando el rey Felipe VI ha pisado el atrio de Fenavin, el símbolo de la feria tras la ampliación del complejo llevada a cabo por la Diputación de Ciudad Real y que ha tenido su puesta de largo este mismo martes.
Entre políticos, periodistas y personal de seguridad, el Rey ha estado continuamente rodeado. Allí estaban diputados nacionales, provinciales, senadores, alcaldes de ciudades del vino tan importantes como Valdepeñas, Jesús Martín, y consejeros, como la portavoz del Gobierno Regional, Blanca Fernández.
A su paso, el público de Fenavin se ha congregado en los pasillos, con los móviles en lo alto para inmortalizar el momento, y el Rey no ha dejado de saludar y dar la mano. Todos los productores de vino querían tener contacto con el jefe del Estado, dar a conocer sus vinos y las bondades de sus terruños, pero solo unos pocos lo han conseguido.
Rafael Torres presidente de la Cooperativa Virgen de las Viñas, ha sido uno de los afortunados. Le ha dicho “nosotros somos de Tomelloso” y “tenemos mucho vino y muy bueno”. También han podido compartir unas palabras con Felipe VI representantes de otras bodegas que producen en Castilla-La Mancha, como Félix Solís y la Denominación de Origen Uclés, aparte de entidades financieras como Globalcaja.
Caballero regala al Rey un delantal y un catavinos elaborado en Torralba
La Galería del Vino, la mayor sala de catas de vino que existe en Europa, ha sido el escenario elegido para ‘condecorar’ al Rey con los dos elementos que tiene que tener cualquier sumiller: un catavinos elaborado en la orfebrería Orovio de la Torre de Torralba de Calatrava y un delantal de cuero.
El presidente de la Diputación le ha entregado los dos presentes al Rey, acompañado de Custodio López Zamarra, antiguo sumiller del conocido restaurante Zalacaín en Madrid y que ha estado implicado en Fenavin desde sus inicios. Felipe VI también se ha llevado varias cajas con vinos de Castilla-La Mancha y cavas de Aragón.
Saludo con apretón de manos con empresarios y la Cámara de Comercio
En una de las salas de catas de Fenavin, el jefe del Estado también ha tenido un encuentro con el presidente de la Cámara de Comercio de Ciudad Real, Mariano León, y una veintena de representantes de las asociaciones de empresarios de la provincia, entre los que ha estado el presidente de Fecir, Carlos Marín, y la presidenta de AJE, Cristina Tirado, que han saludado al Rey con un apretón de manos, sin genuflexión.
El ambiente en Fenavin ha seguido tras la marcha de Felipe VI a la plaza Mayor, donde ha tenido un encuentro con la Corporación de Ciudad Real y un baño de masas, antes de coger de nuevo el helicóptero con el que ha aterrizado esta mañana en las instalaciones deportivas del entorno del Hospital General Universitario de Ciudad Real.
En Fenavin, compradores y vendedores han continuado alrededor de mesas y barricas, donde no han faltado las cubiteras, las copas, los sacacorchos ni las botellas de vino, que se contarán por miles hasta el próximo jueves 12 de mayo porque esta semana Ciudad Real es el epicentro mundial de la cata del vino español.