El Robledo se prepara para festejar el Día del Río Bullaque, una fiesta que se celebra el último día del año y en la que se organizan varias actividades, entre la que destaca el baño en el río. La asociación ‘Bullaque Vivo’ se une a las programadas por el Ayuntamiento (actividades infantiles y comida popular) con una serie de propuestas «para dar visibilidad a la problemática que atraviesa el Bullaque y resaltar sus valores y la necesidad de implicación de la población ribereña».
Así lo ha expresado Mariola Navas Gil, miembro de la asociación, durante la rueda de prensa en la que han dado cuenta de su actividad de los dos años de existencia de esta entidad, añadiendo que en este día festejan su río «el río de todos, sigue vivo».
Además, ha explicado celebran el compromiso de las gentes ribereñas para seguir cuidándolo como vienen haciéndolo desde hace siglos, haciéndolo compatible el usos de sus aguas con el respeto a la flora, la fauna y el entorno.

Así desde la asociación darán lectura de un manifiesto en reconocimiento y defensa del río Bullaque y colocarán pancartas pidiendo la instalación de una depuradora en El Robledo y contra la instalación de una macrogranja junto al río.
Por otro lado, el grupo de Coros y Danzas ‘Mortara’ de Piedrabuena dedicarán un pasodoble al río Bullaque, se realizará un taller de camisetas, una recaudación de fondos para la asistencia técnica y legal, se repartirá el triptico que ha realizado la asociación sobre ‘Salud y Macrogranjas’.
Instalarán una mesa informativa con carteles, pegatinas, camisetas y pancartas y darán información sobre la macrogranja prevista en Retuerta del Bullaque.
Baño en el Bullaque
El baño en las frías aguas del Bullaque el 31 de diciembre se trata de la acción más conocida de esta celebración. Una tradición que viene repitiéndose desde el año 1995 cuando por primera vez se zambulleron en las aguas de este río para celebrar que volvía a llevar agua después de que su cauce se secara, por primera vez, en el inicio de la década de los años 90 debido al largo periodo de sequía que se registró en España entre los años 1990 y 1995.
Entonces, este baño festivo adquirió un carácter reivindicativo que llevó a los vecinos a reclamar el caudal ecológico del río para que se mantuviera durante todo el año y desde entonces los vecinos de El Robledo y de otros municipios de la comarca del Valle del Bullaque han venido reclamando la protección de este río bañándose en sus aguas cada día 31 de diciembre.