La construcción es uno de los sectores que más empleo genera en la provincia de Ciudad Real. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), unos 16.000 vecinos de la provincia se dedican a este sector, que ahora se encuentra a ‘medio gas’ a consecuencia del COVID-19 y amenazado ante la crisis económica que parece acercarse. Por ello, desde las asociaciones de constructores piden a las Administraciones una mayor inversión de obra pública para garantizar la recuperación económica debido a los múltiples puestos de trabajo que genera, tanto directos, como indirectos.

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción en Ciudad Real (APEC), Manuel Carmona, señala a Lanza que desde el sector «tenemos clarísimo que la construcción tendrá un descenso en la actividad, al igual que otros muchos sectores», aunque esperan que desde las Administraciones, en estos días de estado de alarma, aceleren los trámites y los procesos de licitación de obra pública para que cuando se vuelva a la normalidad la construcción retome su actividad.

El sector de la construcción también confía en que desde las administraciones se pongan en marcha distintos planes de inversión, con el objeto de garantizar el empleo en este sector tan esencial. «Si algo tiene la obra pública es la generación de bastante mano de obra», indica Carmona, por lo que creen que la senda de la recuperación puede ir por ese camino.
El sector de la construcción, a medio gas
El sector de la construcción en la provincia de Ciudad Real, según la APEC, se encuentra ahora a mismo a un nivel de actividad que ronda el 50% y el 60%. «Muchos promotores han decidido parar las obras, los suministros no llegan correctamente, también tenemos problemas en los desplazamientos… por lo que muchos empresarios han optado por el ERTE para evitar todos estos contratiempos».

Durante los 15 días del ‘confinamiento duro’, en el que se instauró el permiso retribuido recuperable, la construcción estuvo parada al 100%. No obstante, desde el pasado 14 de abril el sector ha ido reactivándose poco a poco, aunque «bastante lejos» de la actividad que había a principios de marzo, cuando el COVID-19 todavía no había hecho acto de presencia.
Las reformas, prohibidas
Dentro de la construcción, las empresas y autónomos que peor lo están pasando son los que se dedican a las reformas. El estado de alarma impide que se realicen obras en edificios habitados, por lo que las personas que se dedican a las reformas están completamente paradas.

Además, el presidente de la APEC destaca que éste no será un sector que se recupere fácilmente, ya que «hasta dentro de un tiempo» muchas personas serán reacias a meter a una cuadrilla de albañiles en su casa.