Tras los primeros positivos de la bacteria Xylella fastidiosa en el olivar de las islas Baleares, y ante las graves consecuencias que su propagación podría ocasionar a otras zonas olivareras de España, como Andalucía o Castilla-La Mancha, un grupo de investigadores españoles ha iniciado un ambicioso proyecto de carácter multidisciplinar para el desarrollo de una estrategia científica que ayude a prevenir y controlar una enfermedad que en el sureste de Italia ha causado pérdidas ruinosas.
El sector oleícola español ha mostrado su preocupación y ha querido sumar esfuerzos a los protocolos de los servicios públicos de Sanidad Vegetal con la financiación de los trabajos que analicen los efectos de la bacteria en olivo.
En concreto, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha suscrito un contrato de Investigación y Desarrollo para apoyar las líneas científicas coordinadas por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), y así dar “una respuesta de amplio espectro a un problema de difícil solución”.
El presidente de esta entidad, el ciudarrealeño Pedro Barato, ha asegurado que “hemos apostado por la prevención”, ante “el problema importante que puede suponer la bacteria para el olivar europeo y en particular para el español”.
La investigadora del CSIC Blanca Landa, en declaraciones a Lanzadigital, ha explicado que “no sabemos cómo evolucionará” la cepa de la bacteria que se ha extendido en los últimos meses en almendros de Alicante, y en un olivo en la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés, dado que sus características son distintas a la italiana, “que ha sido muy virulenta”.
A lo largo del desarrollo del proyecto “veremos exactamente la potencialidad de los genotipos de la Xylella fastidiosa” que se transmite por un insecto (cigarrillla), para poder determinar los efectos en cultivos como el olivo, a través del estudio de sus variedades, y su nivel de tolerancia y resistencia a la enfermedad.
La científica ha recordado que la Xylella fastidiosa “afecta a los vasos de las hojas de las plantas”, que una vez infectadas pueden contaminar a las sanas, razón por la que, entre otros procedimientos, delimitarán zonas de mayor riesgo en la Península para focalizar los muestreos y poder hacer seguimientos.
Así, de cara al diagnóstico y control de la enfermedad, describirán la variabilidad genética de la bacteria en España, a través del análisis de las cepas que afectan a almendros y olivos, Se trata, según Landa de “conocer primero al enemigo”.
De esta manera, determinarán un mapa con las zonas de mayor riesgo –las más idóneas y favorables al ataque de la bacteria, para realizar tareas de prevención y seguimiento, con productos biológicos o insecticidas o con la propia resistencia natural.
Landa destaca el carácter multidisciplinar en el que están implicados cinco investigadores de varios centros científicos y universidades, con seis líneas que se “completarán” para conseguir los primeros resultados en el menor tiempo posible.
“El tiempo no juega a nuestro favor”, comenta Landa, ante las tareas experimentales de inoculación de la bacteria, el desarrollo de síntomas y la definición de las características genotípicas del microorganismo que provoca la enfermedad.
Realizarán los ensayos, según la científica del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba del CSIC, en invernaderos con unas estrictas normas de seguridad biológicas, además de en instalaciones
La experta ha celebrado, por otro lado, la implicación de organismos como la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, que tendrá puntual información de los avances en la transferencia de conocimientos que los investigadores ofrecerán a la entidad en forma de seminarios o foros divulgativos.
Landa ha explicado que el proyecto está financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y persigue indagar en la afección y riesgo que representa dicha bacteria no sólo en el cultivo del olivo, sino también en el almendro y la vid, aunque la IAOE se hará cargo del coste de la parte dedicada al olivar.
Las líneas de investigación
Las seis líneas científicas definidas en este campo contemplan el análisis de los riesgos de contagio en cada región olivarera de España en función de su climatología, y el desarrollo de nuevas técnicas de diagnóstico de la bacteria para secuenciar el genoma de las cepas aparecidas.
De la misma manera, definirán el alcance de la de la Xylella fastidiosa sobre las principales variedades de olivo españolas, caracterizarán el proceso de infección y la respuesta en campo, y harán controles del insecto que transmite la enfermedad.
Los investigadores también coordinarán y vehiculizarán toda esta información con otros grupos de investigación internacionales, y la transmitirán al sector de los aceites de oliva.