El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) comenzó a finales de la semana pasada en la provincia de Ciudad Real a realizar test rápidos a pie de calle a todas aquellas personas que forman parte del personal esencial (sanitarios, farmacéuticos, policías, guardias civiles, militares, bomberos, etcétera) y que pudieran presentar síntomas que coincidan con los del COVID-19.
Los posibles infectados por coronavirus y que pertenecen al personal considerado esencial son citados en diferentes lugares, en el caso de la capital en las inmediaciones del Quijote Arena, donde les espera una ambulancia sanitaria y una enfermera procede a hacerles la prueba, sin que los posibles contagiados tengan que bajarse del vehículo.
La primera prueba que se les hace es un test de sangre, similar al de la glucosa, que en cuestión de diez minutos arroja el resultado, por lo que, en caso de dar positivo extremar las precauciones para propagar el virus o, en caso de negativo, poder volver a sus puestos de trabajo, dado que es personal necesario en sus respectivos puestos de trabajo. No obstante, para confirmar ese primer negativo, se les hace una segunda prueba, esta vez a través de PCR, cuyos resultados se envían a laboratorio, para asegurar al 100% que dicha persona está libre del virus.
Fuentes del SESCAM han asegurado a Lanza que el objetivo de estos test, que en un principio se están realizando a personal esencial para después hacerlos extensivos a toda la población en general que presente síntomas, es que los trabajadores esenciales, sobre todo los que se encuentran en cuarentena al presentar sintomatología, conozcan cuanto antes si son positivos o no para reincorporarse a sus puestos de trabajo en caso de dar negativos, ya que “el personal sanitario y policial es indispensable en estos momentos”.
Estas mismas fuentes han apuntado que también se desplazan hasta domicilios particulares o residencias de ancianos, cuando las circunstancias no les permiten hacer los test a pie de calle, como es el caso de las personas mayores o con discapacidad en las residencias. “De la manera que más nos cunde es quedando en un lugar concreto y citar allí a los posibles infectados, siempre realizándolo de manera escalonada y guardando las pertinentes medidas de seguridad para evitar contagios”, han destacado estas fuentes.
La media de pruebas que se están realizando en la provincia de Ciudad Real al día desde que comenzaran la pasada semana es de 70, aunque hay días que pueden llegar a hacer el doble, como este martes, cuando se realizaron más de 130 test diagnósticos de COVID-19.