Graci Galán
Puertollano
La central de Elcogas no contaba a día de ayer con la certificación para su desconexión de la red eléctrica. A la espera de que este hecho se produzca, los trabajadores continúan encerrados como protesta en las instalaciones de dicha central térmica. Los ánimos cada día van mermando, una vez que ya se ha traspasado el umbral del 31 de enero y se adentran en el mes de febrero.
El tiempo pasa y cada vez apremia con más urgencia, si bien las reuniones de negociación del ERE continúan en esta mañana de martes. La empresa ya puso sobre la mesa la pasada semana su oferta de 26 días por año trabajado -hasta un máximo de 15 mensualidades-, algo en lo que los sindicatos han vuelto a anunciar que no entrarán a negociar porque consideran que Elcogas todavía tiene futuro, aunque este futuro solo pase ya por un cambio de gobierno que apruebe el Plan de Viabilidad presentado por la empresa para hacer una hibridación de la central e incluir en la producción un 30% de biomasa y residuos.
Así, los sindicatos siguen afirmando que no aceptarán indemnizaciones y que, en caso definitivo de cierre y si no tienen más remedio, solicitarán que la plantilla de Elcogas sea recolocada en otro centro de trabajo.
La desconexión física de red eléctrica es el final del camino para Elcogas, pero la esperanza sigue en pie en estos últimos momentos y se sigue solicitando que se convoque una reunión desde el Ministerio de Industria para que “esto pueda dar un giro total, las esperanzas siempre las tenemos, por eso estamos aquí reivindicando todos los días, con un encierro en esta segunda semana ya”, explicaba Jesús Crespo, secretario del comité de empresa de Elcogas, quien pedía que hay que poner “negro sobre blanco la solución de Elcogas”.
Por su parte el presidente del comité de empresa, José Antonio Alcaide, considera que esta semana es “muy decisiva, porque puede llevar un halo de solución al problema y vamos a esperar hasta el último momento, vamos a extender todo lo posible para evitar la salida de los trabajadores”.