Belén Rodríguez
CIUDAD REAL
La tercera fase de la remodelación de la Puerta de Toledo, que incluye la construcción de una plaza central diáfana, sigue avanzando. El jueves los operarios de la empresa adjudicataria de la obra comenzaron a plantar olivos, los árboles que delimintarán el espacio.
Según explicó en su momento el arquitecto municipal que ha diseñado el proyecto, Emilio Velado, en el centro quedará un espacio lo más diáfano posible, tipo plaza, con una zona más recogida hacía la Subdelegación de Defensa, frente a la puerta, para sentarse a mirar el monumento al que se podrá ir caminando. “No habrá objetos que entorpezcan el acceso a la puerta, que será una continuidad del itinerario histórico de acceso a la ciudad y que se marcará con adoquines más pequeños, mientras que el resto de pavimento será de piedra uniforme”, subrayo.
Las obras comenzaron en julio pasado. El plazo inicial de ejecución es de diez meses, aunque se ha producido un pequeño retraso porque el soterramiento del transformador eléctrico, que probablemente se hará el próximo lunes, lo ha tenido que hacer una empresa especializada.