La decadencia del Imperio Romano, entre el siglo III y el V de nuestra era, convirtió a territorios rurales de la periferia de la ciudad estado, como Hispania, en refugio de adinerados terratenientes que en un contexto de inseguridad y crisis encontraron en el campo un modo de vida autosuficiente produciendo cereal, vino, aceite y ganado.
Este es el origen de Puente la Olmilla, hoy un paraje vallado del término municipal de Albaladejo, sobre el que se levantó “una de las villas más majestuosas de Oretania septentrional en el bajo Imperio”, asegura el arqueólogo José Luis Fuentes. De aquí salieron en los años noventa el Mosaico de los Leopardos y otras valiosas piezas arqueológicas que se conservan el Museo Provincial de Ciudad Real, tras el hallazgo del yacimiento en 1973.
Nuevos mosaicos, podría ser
Ahora el objetivo de la investigación arqueológica es el patio central de la villa, las cocinas y las termas que tenía toda casa señorial del momento, y no es descartable que aparezcan nuevos mosaicos. “Tenemos constancia de que por regla general en las termas suele haber mosaicos, un propietario que ha tenido mosaicos en su casa es muy difícil que no lo tenga en las termas, que compartiría con invitados para hacer ostentación de su poder”.
Fuentes (Universidad de Granada), Luis Benítez de Lugo (Universidad Autónoma de Madrid) y Manuel Moreno (Universidad de Córdoba) dirigen este verano el nuevo proyecto de excavación en el yacimiento que el Ayuntamiento de Albaladejo quiere convertir en un museo en el año 2023.
Plan de empleo para siete trabajadores
La asociación cultural Miliario ha permitido que la localidad se beneficie de un plan de empleo, financiando por Junta y Diputación de Ciudad Real, con fondos europeos para dar trabajo a siete desempleados que excavarán bajo la supervisión de los investigadores hasta el mes de diciembre. De hecho ya están en ello, empezaron el lunes pasado.
La crisis sanitaria del coronavirus no ha afectado a este proyecto, que junto al vertedero de Laminium en Alhambra, es una de las pocas intervenciones arqueológicas que han comenzado en un verano de suspensiones, en el que no se sabe si habrá campaña arqueológica específica financiada por la Junta (se suele hacer público a mediados de julio).
Punto de partida de la Ruta de las Cuatro Villas
El equipo que retomó Puente la Olmilla tras varias décadas de abandono en 2016 quiere consolidar las estructuras de cara a conseguir que los restos de esta villa, debidamente musealizados e interpretados, sean el punto de partida de la Ruta de las Cuatro Villas romanas de la zona para conocer a pie junto a la Casa Paterna, la Villa del Calvario y la Ontavia, las dos últimas en Terrinches.
¿Por qué en 2023?, “porque en ese año se cumple medio siglo del redescubrimiento de esta gran residencia rural”, aclara Fuentes. Donde ahora solo se ven cimientos y restos de diferentes estancias, el arqueólogo imagina un museo techado que permita contemplar en su verdadero esplendor la villa con todas sus cualidades arquitectónicas, artísticas y simbólicas.
A la excavación de lo que queda de año le seguirá en 2021 la consolidación de los elementos de reciente hallazgo, la restauración de las estructuras ya descubiertas, así como en las pavimentaciones de las amplias salas y estancias.
Alzado de volúmenes interpretativos
El equipo pretende abordar también el alzado de volúmenes interpretativos del palacio, “que posibilite obtener una visual más realista de la magnificencia y belleza decorativa con la que fue ornamentado este centro de poder económico en la zona entre los siglos III-V d.C”, dice. Para eso creen conveniente que se instale “una estructura de cubrición completa, al objeto de proteger las estructuras y los restos”.
La historia moderna de Puente la Olmilla
El 24 de agosto de 1973 Daniel Lillo, Nemesio Campos y Jacinto e Ignacio Macías, vecinos de Albaladejo que roturaban la finca de Justo Leal descubrieron unos extraordinarios pavimentos romanos que los arqueólogos excavaron después. Empezaba la historia moderna de Puente la Olmilla, una de las más grandes y lujosas villas romanas del bajo imperio descubiertas en la provincia de Ciudad Real.
En Puente la Olmilla se extrajeron en las décadas siguientes 238 metros cuadrados de mosaicos de pavimento polícromos que adornaban algunas de las estancias, verdaderas joyas patrimoniales sometidas a años de abandono y expolio.
Vasos de Vicarello
El palacio rural estaba inserto en la naturaleza, pero al pie de la vía de los Vasos de Vicarello, después Via Augusta, una auténtica autopista de la antigüedad que utilizaron íberos, romanos y cartagineses para comunicarse con Andalucía y el Mediterráneo. Era una vía de comunicación troncal entre Hispania e Italia desde el siglo I. En tono a ella proliferaron cientos de ricas residencias rurales.
“Un ejemplo de la riqueza de esta vía lo constituyen los importantes establecimientos vilicarios que en torno al camino se erigieron entre Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente) y Mariana (Puebla del Príncipe); las villas romanas de Casa Paterna y Puente de la Olmilla en Albaladejo, El Calvario y La Ontavia en Terrinches, representan a la perfección la explotación del territorio en el ámbito rural en época romana, articulado a través de la figura de la villa, y no como construcción o residencia de campo, sino como entidad autónoma de producción agropecuaria”, remata Fuentes.