Belén Rodríguez
Ciudad Real
El barrio de La Granja de Ciudad Real, una zona obrera con viviendas dignas de protección oficial, bien en propiedad o régimen de alquiler, reclama más atención institucional del Ayuntamiento, Gobierno regional y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y la sociedad en general, ante lo que la presidenta de la asociación vecinal Ascensión Merino considera “un grave deterioro de la convivencia y la seguridad”, desde que en ese lugar, cercano al recinto ferial, empezaron a instalarse “unas familias conflictivas y problemáticas”, que según el sentir de la asociación vecinal han traido al barrio armas, droga y robos.
“Lo que ha ocurrido este martes [un tiroteo entre vecinos] es un episodio más de la escalada de problemas que la llegada de personas que han ocupado viviendas de las que no son titulares y que tienen amedrentados y amenazados a muchos vecinos”, señala.
Antes de esto, la también presidenta de la Federación de Vecinos Alfonso X El Sabio de Ciudad Real, ya tenía previsto reunirse con responsables del Ayuntamiento, “pero con eso no basta, la Junta que es titular de las viviendas de protección debe prestarles más atención y control”, y aunque admite que las fuerzas de seguridad “están más pendientes del barrio desde hace tiempo”, cree que deben participar en la búsqueda de soluciones. La reunión no se convocará antes del 30 de agosto.