Aurora Galisteo
Ciudad Real
Como cada 18 de noviembre, este año un día más tarde por motivos académicos, y desde hace ya varias décadas, los alumnos del colegio Ángel Andrade de Ciudad Real acudieron al campo santo de la capital para honrar la memoria del pintor ‘luminista’ cuyo nombre lleva el centro escolar.
Tras colocar un ramo de flores sobre su tumba, la encargada fue Sara Moreno, los alumnos de sexto de Educación Primaria, acompañados del antiguo director del centro y del actual, Alfonso de la Morena y Juan de Dios Morena, respectivamente, además del jefe de estudios del colegio, Faustino Carrasco, y de la tutora del curso, Luisa María González, leyeron un manifiesto basado en un libro sobre Ángel Andrade, editado por la Diputación provincial, y del que es autora Carmen López-Salazar.
Manifiesto
El texto, leído en segunda personas dedicándoselo así al pintor, recordaba como a Ángel Andrade la afición por la pintura le llegó desde muy niño, y como fue un tío suyo el que lo descubrió tras observar sus dotes.
De igual manera hicieron alusión a la noticia que en 1916 publicaba el diario local Pueblo Manchego y en la que el propio pintor hablaba de que era muy chico todavía cuando comenzó a sentir inclinaciones hacia los “monos”. “Entonces se publicaba un periódico que creo se titulaba La Ilustración para todos, o algo semejante, con grabados en madera. Algunas veces caía en mi poder algún ejemplar de tal revista y enseguida me procuraba lápiz y papel y me ponía a copiar las figuras”, decía el propio pintor en el artículo de prensa.
El manifiesto concluyó haciendo alusión a otro artículo de Pueblo Manchego, publicado el 6 de diciembre de 1932, al poco de la muerte del pintor, en el que se destacaba su obra “tan unificada, sin brusquedad”, y se ensalzaban sus paisajes, sin tenebrosidad, “claros y luminosos”, “unos dibujos, poco conocidos, verdaderas obras de arte que ponen de relieve al maestro”.
82 años de su muerte
El 18 de noviembre de este año se han cumplido 82 años de la muerte del pintor Ángel Andrade que nació el 15 de mayo de 1866 y falleció el 18 de noviembre de 1932.
La parte más interesante de la obra de Andrade la componen, sin duda, los paisajes, sobre todo los de los últimos años de su vida, insertos en la tendencia que algunos autores han denominado impresionismo español que, desde claves naturalistas lleva a sus últimas consecuencias el mito del «plein air».
Formado en el siglo XIX, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Andrade fue uno de los muchos pintores españoles que descubrieron las posibilidades de la pintura de paisaje bajo el magisterio de Carlos de Haes.