La dignificación de las víctimas y la reparación de la injusticia está detrás de cada exhumación de los represaliados del Franquismo. Con la entrega a su familia de los restos de Francisco Martín-Carnerero Alcarazo, asesinado en octubre de 1940 tras pasar por un juicio sumarísimo en Manzanares, se cierra un círculo.
Su hija María, con 91 años, será la encargada de recibir los restos, tras el complejo proceso de exhumación e identificación que comenzó en mayo de 2021 liderado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Ochenta y dos años después de su muerte tendrá un entierro digno en la sepultura familiar.
Es la primera persona identificada de entre los 33 cuerpos exhumados en las fosas ‘extramuros’ de Manzanares, correspondientes al cementerio civil. Estaban distribuidos en dos fosas: en la fosa 1 levantaron 22 cuerpos, 21 pertenecientes a represaliados, y de la fosa 4 exhumaron 11, 9 de víctimas del Franquismo.
Un mes y medio para nuevas identificaciones
Marco Antonio González, vicepresidente de la ARMH, explica a Lanza que el cuerpo de Francisco Martín-Carnerero fue hallado en la fosa 4, donde ha sido “más fácil trabajar a nivel arqueológico, antropológico y forense en laboratorio”. Los esqueletos aparecieron a 6 metros de profundidad y la fosa no había sido intervenida antes.
De esta fosa hay otros dos donantes y esperan que “en un mes o un mes y medio” terminen las identificaciones de Francisco Menor Fernández, fusilado en junio de 1940, y Gabriel Núñez Alarcón, asesinado en abril de ese mismo año. Ambos eran jornaleros y tenían 34 años. El antropólogo Sergio León realiza las identificaciones.
La identificación se complica en una de las fosas, abierta y removida en los 80

La investigación no va a ser tan fácil para los restos exhumados de la fosa 1. González explica que “la exhumación ya fue complicada, ya que esta fosa fue abierta entre 1978 y 1981 para exhumar un cuerpo y removida hasta los 2,5 metros de profundidad”. Todos los restos de la parte de arriba sufrieron cambios.
En este caso tienen que realizar los contrastes genéticos, según explica el representante de la ARMH, con “11 donaciones de ADN compatibles para una identificación genética concluyente”. Para ello, tiene que coincidir en un “99,99 por ciento con sus familiares”, y con bastante probabilidad durará meses.
La recogida de muestras de ADN no ha parado y la semana que viene tienen previsto enviar al laboratorio privado encargado de la identificación las de los hijos e hijas de Antonio Menchén, que superan los 90 años. “No me atrevo a decir si la identificación será este año”, señala Marco Antonio González.
A contrarreloj: los donantes son muy mayores

El tiempo sin duda corre en la contra de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. “Por razones obvias, hemos decidido acelerar la entrega de los restos a la hija de 91 años de Francisco Martín-Carnerero Alcarazo”, explica el vicepresidente.
Esa sensación de ir contrarreloj, porque los hijos de los represaliados son muy mayores, ocurre en toda España. Así pues, la ARMH hace unos días no pudo devolver los restos en Guadalajara a una de las donantes, pues falleció en marzo de 2021. Es el resultado de cuarenta años de democracia sin una apuesta decidida por exhumar a todas las víctimas.
A juicio de González, “lo que vimos en Manzanares, nietos, nietas, hijos de los represaliados autorreparándose durante esos 20 días que duró la exhumación, no se puede tolerar en un estado democrático en el siglo XXI”. Considera que “el Estado no puede dejar en manos de asociaciones y subvenciones las exhumaciones”.
Por eso insiste en que las administraciones “tienen que asumir la petición de los más de 60 familiares que piden la exhumación de las fosas intramuros, ya sea a través de la Diputación o el Ayuntamiento”. Todavía 255 personas siguen enterradas en fosas comunes en Manzanares y en principio solo se ha dado luz verde a la exhumación de 12 cuerpos de una de las fosas.
El entierro, un acto sencillo e íntimo
La entrega de los restos de Francisco Martín-Carnerero Alcarazo será en un acto “muy sencillo y bastante íntimo”. Asimismo, en la actualidad están construyendo en Manzanares un mausoleo cerca de la antigua fosa para las familias que prefieran enterrar allí a sus muertos.
(pincha para conocer la historia de Francisco Martín-Carnerero Alcarazo a través de su bisnieto José Luis de Gracia y su nieto Francisco Martín)