P.- La construcción ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis económica, si no el que más. ¿Ha mejorado la situación?
R.- Llevamos diez años de crisis y nuestro sector se ha visto muy debilitado, está aguantando de manera regular estos últimos años y la arquitectura se ha desintegrado, prácticamente, a consecuencia de la caída de un 90% del sector de la construcción en la provincia de Ciudad Real. Por poner un ejemplo: pasamos de realizar más de 12.000 viviendas en 2006 a 500 viviendas en 2015. Este 2017 hay una tendencia de mejora, existe una aceleración muy lenta, en torno al 5% de subida, respecto al 2016. Por lo que este 2017 probablemente rondaremos las 650 viviendas construidas.
P.- ¿Cuántos proyectos de viviendas al año debería de haber en la provincia para encontrar un equilibrio en el sector?
R.- El equilibrio de esta provincia estaría entre las 2.000 y 3.000 viviendas al año, muy lejos de las más de 12.000 que llegaron a proyectarse en 2006. Ésa cifra sería la esencial para que el sector de la arquitectura en la provincia se mantenga en unos ratios medios. Por lo que queda mucho camino para llegar a esas 3.000 viviendas.
P.- ¿Ciudad Real está muy lejos de otras provincias en las que sí está repuntando el sector de la construcción?
R,- Estamos muy lejos de la evolución que está produciéndose en provincias limítrofes con Madrid o provincias que poseen costa, donde las ratios de construcción de vivienda están aumentando en torno a un 25-30% de mejora, con respecto al año pasado.
P.- Unos datos nada alentadores…
R.- Con los datos que tenemos encima de la mesa no, aunque tengo la esperanza en que haya un impulso al sector de la construcción, ya que aún queda mucho por crecer en la provincia y existen muchas posibilidades.
P.- ¿Cuándo cree que se podría llegar a esos niveles de 2.000-3.000 viviendas que comentaba antes?
R.- A este paso, con un crecimiento del 5% interanual, tardaríamos otros diez años para recuperar esos niveles, aunque confío en que se acelere y en cuatro o cinco años podamos tener unos márgenes un poco amplios, porque en nuestra profesión existe el llamado ‘dumping’, el coste de nuestros honorarios han caído de forma exagerada, no tenemos solvencia para responder a los precios que se dan en el mercado… y queremos que nuestros honorarios vuelvan a un equilibrio y que la sociedad entienda que nuestro trabajo
P.- ¿Cómo ha repercutido en los estudios de arquitectura este descenso de los honorarios?
R.- Si la construcción en la provincia ha descendido un 90%, los estudios de arquitectura han reducido en ese porcentaje su actividad y, obviamente, sus trabajadores. Se mantienen abiertos pero con unos porcentajes de trabajo ínfimos y en muchos casos dedicados a otros tipos de actividades paralelas.
P.- ¿Y la situación de los arquitectos, en general?
R.- En la provincia de Ciudad Real estamos 205 arquitectos colegiados y se han descolegiado unos 40-50 en los últimos años, aunque también se han colegiado nuevos arquitectos que van saliendo de las facultades, a pesar de que estos suelen probar unos pocos años y se van al extranjero porque no hay trabajo o a otras zonas del país donde sí se generan inversiones.
P.- ¿Qué ratio de proyectos tenéis los arquitectos de la provincia al año?
Ahora mismo estamos en una ratio de dos proyectos por arquitecto al año, de media y por tanto, los que quedamos nos vemos obligados a desempeñar otras funciones paralelas a las nuevas obras. Además, otro problema que tenemos en la provincia es que el 30% de los proyectos que se elaboran en Ciudad Real los realizan arquitectos de fuera de la provincia.
P.- Recientemente han reconocido internacionalmente a un arquitecto de la provincia de Ciudad Real por la construcción de una vivienda en Piedrabuena, ¿cuál es el estado de la arquitectura en la provincia, en cuanto a fama se refiere?
R.- A nivel nacional e internacional tenemos poca representación… Tenemos un compañero en la provincia, Javier Bernalte, quien ha ganado diferentes premios a nivel nacional y regional, así como intervenciones interesantes en la provincia y publicadas en revistas especializadas. También tenemos el equipo de Ignacio Vicens y Ramos Abengózar, que también han tenido diferentes reconocimientos nacionales. Luego aquí en la provincia también tenemos edificios muy singulares como es el caso del umbráculo de las Bodegas Real en Valdepeñas o la capilla de Valleacerón en Almadenejos.
P.- ¿Hacia dónde va la arquitectura?
R.- En este Día Mundial de la Arquitectura estamos apostando por la sostenibilidad ecológica de las construcciones, por lo que vamos o intentamos ir hacia una arquitectura sostenible energéticamente. Vitruvio decía que había que buscar la utilidad, la firmeza y la belleza y ahora habría que ampliar esa definición e implantar que la arquitectura sea económicamente sostenible, que genere un ahorro ecológico y económico. Hay que cambiar el chip y buscar la sostenibilidad del edificio, en lugar de la representatividad del edificio.