La Orden de vedas de caza por la que se fijan los períodos hábiles de caza y las vedas en todo el territorio de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha para la temporada cinegética 2017-2018 establece que desde este domingo se puede practicar la caza del corzo en la región.
Según la Orden, la caza del corzo macho se podrá practicar hasta el 31 de julio y desde el 1 hasta el 30 de septiembre, y sólo podrá practicarse en las modalidades de rececho y aguardo o espera diurnos, de acuerdo con la resolución aprobatoria del plan de ordenación cinegética del coto de caza.
En el caso de que las citadas resoluciones aprobatorias la autoricen, la caza de hembras de esta especie se realizará hasta el 21 de febrero de 2018, y excepcionalmente, y previa justificación técnica, se podrá autorizar en las resoluciones de los Planes de Ordenación Cinegética en este mismo periodo de tiempo.
La caza del corzo ha experimentado un importante auge en los últimos años en Castilla-La Mancha, donde el número de ejemplares ha ido en aumento en las últimas décadas.
Las principales modalidades que se emplea en la caza del corzo es la conocida como rececho, en la que el cazador caza en solitario, busca la pieza y espera al momento adecuado para abatir la pieza.
Otra de las modalidades más empleada es la de aguardo, que consiste en esperar a la pieza de caza en un punto elegido previamente con el fin de abatirla.
Buenos ejemplares en la región
Castilla-La Mancha cuenta en su territorio con buenos ejemplares de esta especie cinegética y prueba de ello es que desde 2016 el trofeo de un corzo abatido en la región, en la provincia de Guadalajara, sigue ostentando el récord nacional y mundial para la especie.
El cazador Sergio Muela logró en junio de 2016 abatir un espectacular corzo que, tras su homologación oficial, consiguió un total de 252,40 puntos, según la valoración establecida por el Consejo Internacional de la Caza y Conservación de la Fauna.
El anterior mejor ejemplar abatido y homologado por el Consejo hasta esta fecha también lo fue en territorio castellanomanchego, en la finca toledana de ‘Las Cuevas’, y fue cazado por Alberto Cortina en mayo de 2008 y alcanzó un valoración de 229,81 puntos.
