Puestos de editoriales de toda España abarrotados, superhéroes disfrazados enfrentados a personajes manga, colas de gente para obtener la firma de ilustradores locales casi desconocidos en espacios convertidos en arte, grupos de niños congregados en torno a figuras como el Pollo Pepe, decenas de jóvenes atrapados dentro de los castillos del Warhammer y autores con decenas de libros a cuestas en los Jardines del Prado.
La pasión por la literatura, la ilustración y todo lo relacionado con el mundo del cómic ha estallado este fin de semana en el corazón de Ciudad Real, donde el primer Manchacómic pospandemia se ha vivido en un ambiente de fiesta, alegría e ilusión. Las mascarillas no han faltado, pero tras el “parón social” producido por el Covid la gente tenía ganas de salir y lo ha hecho de la mejor manera, de la mano de la cultura.
“Ciudad Real tiene un movimiento cultural impresionante y la gente ha acogido el Manchacómic con ganas”. Ángel Serrano, organizador del evento, reconoció este domingo el éxito de la octava edición del salón del cómic, que ha atraído a cientos e incluso miles de personas procedentes no solo de la capital, sino de toda la provincia, de Castilla-La Mancha y más allá, desde Madrid a Valencia o Córdoba.
Manchacómic supera “el miedo escénico” y las librerías llegan al público general
Después de dos años de confinamientos, “el miedo escénico lo hemos superado”, y pese a que hace dos meses la organización se debatió sobre la forma de llevarlo a cabo, el templete ha estado lleno en la mayoría de las charlas, talleres como el de impresión en tres dimensiones han causado sensación entre los más pequeños y los jóvenes han podido dar rienda suelta a su fascinación por la cultura oriental.
Pero es que, una de las cosas más importantes es que el cómic ha llegado al público general. “Las librerías y los autores se van encantados, porque coinciden en que normalmente estos eventos de cómic se celebran en pabellones cerrados y con entrada, con un tipo de público más limitado, y sin embargo los Jardines del Prado les han dado una oportunidad para mostrar sus productos y vender a todo tipo de personas”, señaló.
El manga manda, pero también ‘La historia de la provincia de Ciudad Real en cómic’
Frente a Marvel y DC, este fin de semana los protagonistas han sido Alfonso X el Sabio y Hernán Pérez del Pulgar, pues el libro ‘La historia de la provincia de Ciudad Real en cómic’, del puertollanense Víctor Barba, ha sido uno de los más vendidos por la editorial Serendipia. Por supuesto, “todo lo relacionado con el anime, que se ha dado a conocer entre jóvenes a través de plataformas”, también ha sido de lo más consumido.
“Los libreros estamos gratamente sorprendidos”, afirmó este domingo Rafael Díaz, que al mismo tiempo aseguró que la afluencia de gente ha sido superior a la de 2019. Las ventas han mejorado en todas las casetas y así han cumplido un doble objetivo, “atraer a los niños” que serán el futuro del cómic y “acercar a los adultos y jóvenes ya iniciados hacia otros géneros”. Han asistido personas de todas las edades y muchas familias.
Una oportunidad para conocer editoriales y autores de otras regiones
En las bolsas de papel que cargaban los ciudarrealeños ha habido sitio incluso para autores poco conocidos en Castilla-La Mancha. En el puesto de Daniel Viñuales, de GP Ediciones, ha funcionado muy bien ‘Zilia Quebrantahuesos’, de la joven Laura Rubio, que es de Teruel, aparte de otro de los libros de Víctor Barba, ‘Hasta Nóvgorod’, que cuenta el testimonio de Teodoro Recuero, un campesino extremeño que se alistó en la División Azul.
Desde hace varios años tenían apuntado Manchacómic y ha sido la primera vez que han pisado Ciudad Real, pero en GP Ediciones “están muy contentos con el resultado” y desean repetir. Aunque están especializados en autores aragoneses, “si las historias son buenas, funcionan”, y así ha ocurrido en esta feria de la que marchan con un buen sabor de boca.
Autores consagrados pasean por el templete y anuncian novedades
Alicia Palmer, Artur Laperla, Begoña Oro, Juan Alarcón, … En Manchacómic no han faltado autores que ya son una referencia. Entre ellos estuvieron este sábado Salva y Jesús del Viso, autores con Pedro Martín de ‘Roger Rojas y la mesa del rey Salomón’, una novela gráfica de aventuras que “da una vuelta de tuerca a las leyendas de Toledo” y que protagonizan “unos chavales de barrio” en pleno siglo XXI.
En Ciudad Real, “parece que va muy bien la venta”, reconoció Salva, que era la primera vez que asistía a Manchacómic y que coincidió en que el ambiente estaba muy animado. El autor conoce muy bien la provincia y, de hecho, avanzó a Lanza que “hay muchos puntos calientes” con bestiario y mitos particulares donde podrían continuar la historia de su protagonista.
La primera novela es autoconclusiva, pero “está pensada como saga” y “Castilla-La Mancha es muy extensa a nivel fantástico”, afirmó Salva, acompañado de Jesús, que celebró al mismo tiempo “que salgan adelante estas iniciativas en la región”. Él mismo insistió en que “el cómic ofrece un mundo entero de posibilidades” y destacó que hay “multitud de autores emergentes, que hay que hacerles hueco en este arte”.
Los nuevos creadores buscan su público “potencial”
En Manchacómic, esos autores nuevos han tenido espacio propio en el Antiguo Casino de Ciudad Real, donde el ilustrador cordobés Manuel Urbano reconoció que “la experiencia es inmejorable”. No es la primera vez que ha acudido al evento, pero este año ha notado que la gente ha tenido “más ganas de comprar”. Ha traído cómics, ilustraciones y láminas de sus personajes, y quería llevarse del evento además muchos contados en redes sociales, pues “nunca se sabe de dónde puede salir una colaboración”.
Entre muchos ilustradores, también han estado escritoras como Carmen Hergueta, una joven de La Solana que acumula ya varios libros autopublicados de fantasía, entre ellos la saga ‘La magia de dos mundos’. En su stand había cola y ella expresó que “los jóvenes que asisten a este tipo de eventos son un público potencial”. “Al que le gusta el manga, le gusta la fantasía y normalmente lee novela”, por lo que ha sacado partido al “callejón de artistas” de Manchacómic.