El pasado domingo, 26 de febrero tuvo lugar una jornada de voluntariado para construir una charca en el laboratorio de campo de agroecología y restauración forestal “La Nava del Conejo”, situada en Valdepeñas, que es propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y que gestiona la Fundación FIRE desde hace dos años. Para complementar la jornada, se plantaron además 75 metros lineales de setos vivos con hasta 15 especies autóctonas distintas, que facilitarán puntos de alimentación y refugio para los murciélagos, además de contribuir a la conservación de la biodiversidad y la protección del suelo de la finca.
Para cerrar la actividad se explicaron in situ otras medidas que se han realizado en “La Nava del Conejo” para la conservación de las poblaciones de quirópteros, como la colocación de 30 cajas refugio y 2 hoteles para murciélagos, donde ya se ha detectado ocupación en uno de ellos.
Estas intervenciones van en consonancia con otras actuaciones como el manejo silvícola para la mejora del hábitat de los murciélagos forestales o el estudio y seguimiento de sus poblaciones en Castilla-la Mancha y Madrid.
A la cita acudieron un total de 23 voluntarios, a quienes la Fundación FIRE agrace enormemente “su implicación y ayuda para hacer un Campo de Montiel más natural. ¡Gracias por marcar la diferencia!”.

“Los murciélagos son una parte importante de los ecosistemas que habitan, ya que mantienen en equilibrio la biodiversidad y nos proveen de beneficiosos servicios en nuestro día a día. A pesar de su importancia, tienen una connotación negativa y continuamos asociándolos con algo dañino o perjudicial. La pérdida, modificación y fragmentación del hábitat es una de las principales causas de la disminución de las poblaciones de murciélagos, lo que ha llevado a que estas se encuentren amenazadas a nivel mundial”. Desde noviembre de 2022 la Fundación FIRE está desarrollando el proyecto “Forest 4 bats”, que cuenta con el apoyo de la Convocatoria de Medioambiente de Fundación Montemadrid y CaixaBank. Esta iniciativa pretende contribuir a la conservación de este grupo de mamíferos mediante acciones de restauración y mejora del hábitat forestal.
En regiones donde las precipitaciones son escasas, las charcas cobran especial importancia para los murciélagos, ya que son elementos paisajísticos limitados que, a pesar de su pequeño tamaño, sustentan una cantidad considerable de biodiversidad. Además de ser imprescindibles para la subsistencia de las poblaciones de quirópteros, particularmente durante la gestación y crianza, son también foco de atracción de numerosos insectos, que constituyen la principal fuente de alimento de los murciélagos de la zona.
