El conocido artista pedroteño José Manuel Exojo ha ofrecido pautas para mirar el lienzo en blanco de manera libre, sin ataduras, con el fin de plasmar con los pinceles manchas de color y componer una obra única y personal.
Primero con la abstracción y después con una figuración expresionista, el pintor ha ilustrado a un veintena de pintores aficionados sobre sus reglas más personales a la hora de crear un cuadro. Para empezar, el color, una de sus señas de identidad, es el elemento expresivo básico para “dejarnos llevar con plena libertad”. Sólo así, en su opinión, pueden trasladarse “las sensaciones” que el autor viva en el momento creativo, para después, en el conjunto final, ofrecer “formas o imágenes visualmente reconocibles”. Más allá, si el pintor quiere un resultado más figurativo, puede “acrecentar la estructura y la forma”, aunque toda mancha cromática “tiene su realidad y su verdad”.
La espontaneidad en materializar la mancha puede tener equivocaciones, que, para el profesor, no son necesarios remedar porque “en el conjunto y resultado final de la obra esos errores tienen tanta importancia como los aciertos”.
Exojo ha sido el maestro de ceremonias de una actividad con los alumnos de la Asociación de Amigos de la Pintura y el Arte Manuel López-Villaseñor, que este sábado han celebrado a lo largo de todo el día en el museo municipal del mismo nombre en la capital.
Quien también es conocido como ‘el Sorolla de Castilla-La Mancha’ (según el traumatólogo y humanista Jesús Romero), ha defendido el uso artístico de la materia tonal en la primera plasmación sobre la base nívea, dado que, a su juicio, “está determinado por la persona y las sensaciones de este instante”. El primer golpe de color, agrega el pintor, está ausente de “notas técnicas” y, por tanto, libre de “limitaciones”. Es la magia ‘exojista’ de la pintura, y así lo han aprendido unos expectantes y atentos aprendices, curiosos y felices por el encuentro.

Las manchas de color son características de la obra de Exojo, con un estilo en la línea de la figuración expresiva y una porosa transmisión de emociones, que forman parte de una “sencilla forma de pintar, sin complicaciones”. Cualquier atadura técnica o interpretativa “son frenos” a la creatividad, y por ello ha aconsejado “acometer la obra de una forma directa, sin contemplaciones y sin tapujos, porque al final la obra es uno mismo”.
Una carrera de casi 50 años
Esta filosofía creativa es la que ha movido la larga carrera del artista pedroteño, iniciada hace cerca de 50 años. Una de sus primeras exposiciones, ha evocado, fue en 1975, junto a su maestro Benjamín Palencia, y desde entonces, como ahora, “tengo necesidad de pintura, es mi vida, somos lo mismo”.
Y además no le faltan “entusiasmo y ganas” a la hora de trabajar el arte pictórico porque “soy un entusiasta» del arte plástico, que él mismo interpreta a través de sus cuadros: “son obras dinámicas, vivas, vitales y llenas de contenido”.
Quien también fue miembro del grupo ‘Mancha 10’ ha agradecido a galeristas y promotores públicos y privados haber podido exponer «en muchísimos sitios”, como la muestra itinerante que acaba de cerrar en Quintanar de la Orden, junto a obra de Tomás Verdugo. Probablemente, ha dicho, llegará a Ciudad Real y a otros puntos de Castilla-La Mancha, y terminará su viaje en el Ateneo de Madrid.
También ha recordado la última colección que colgó en el Museo del Quijote de Ciudad Real el 20 de diciembre de 2019, titulada ‘Una locura en la cordura del Quijote’. El pintor se siente orgulloso de “haber sacado al Quijote a través del color”, una inspiración “no existente dentro de la literatura sobre esta obra de Cervantes”. Sus trabajos formaron parte del libro ‘El Quijote del Toboso’, editado con 500 ejemplares por el también pedroteño José Perea, con las ilustraciones de las páginas pintadas a mano. Esta obra “está refrendada por el Instituto Cervantes como un trabajo único y original dentro de la literatura”, ha celebrado. ¿Y cuál es el color del Quijote? Pues “un montón” porque “aparecieron un montón de colores de quijotes”.
Captar la esencia de la pintura
Alberto Martínez Calero, presidente de la Asociación de Amigos de la Pintura y el Arte Manuel López-Villaseñor, por su parte, se ha mostrado agradecido con la presencia del artista ciudarrealeño en una de las actividades de la entidad, pues les ha permitido conocer “su filosofía a la hora de entrar no en un cuadro, sino en la pintura”.
Ha sido una sesión “maravillosa” de ocho horas, en la que los pintores aficionados han practicado el “golpe de color” de Exojo, “sin copiar las dos obras que nos ha hecho”.
“Hemos estado imbuidos, ha señalado Martínez Calero, en su personalidad”y han cumplido el objetivo de «captar la esencia de la pintura a través de la obra de los artistas». Fue el caso de Kiriko, con el que también compartieron enseñanzas y aprendizajes.
Hace un mes, los miembros de la asociación expusieron parte de sus obras en el propio ‘López Villaseñor’, cuya recaudación entregaron a la Asociación por el Síndrome de Fatiga Crónica y el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SFC-SQM).