PREGUNTA-. Los colectivos feministas proliferan por toda la provincia, pero ¿cómo empezó todo?
RESPUESTA-. La Asamblea Feminismos Ciudad Real dio sus primeros pasos en 2012, a raíz del intento del ministro Alberto Ruiz-Gallardón de abolir la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo. Empezamos a revolvernos porque no nos parecía bien, después de todo lo que se había luchado para tener una ley tan completa. Empezamos a movilizarnos, a hacer notas de prensa. Y también a movernos contra la violencia de género. A la sociedad parece que le da igual que nos estén matando. Tenemos mucha preocupación por la cuestión catalana, pero ante el terrorismo de género nadie se escandaliza, eso nos enfada y nos preocupa.
P-. ¿Quién forma parte de Feminismos Ciudad Real?
R-. Personas individuales que defienden la lucha feminista, sin representar a asociaciones, partidos o agentes sociales. Es un colectivo inclusivo que aúna los diferentes tipos de feminismos: el ecofeminismo, la rama antropológica, la perspectiva social y política, a los estudiantes. Además, los puntos de vista diferentes se notan al tocar temas como la prostitución. También hay gente de todas las edades, hasta jubiladas y los hombres tienen cabida. Somos un grupo mixto porque los hombres y las mujeres no vivimos en realidades paralelas, ni aisladas, vivimos todos juntos en la sociedad y tenemos que aprender a vivir con lo que tienes en frente. Esto no es una cuestión de priorizar, ni jerarquizar.
P-. ¿Cuál debe ser el papel de la llamada “tercera ola” del movimiento feminista?
R-. El movimiento feminista en la actualidad tiene que ser reivindicativo, dignificar y dar visibilidad a la mujer. Reivindicamos el feminismo como un caso de justicia social y luchamos por no dar un paso atrás. Defendemos que, antes de construir un mundo más igualitario y justo para todos, tenemos que deconstruir, ser conscientes de lo que tenemos, saber mirar, para luego modificar y cambiar. El avance de la mujer en el espacio público en los últimos treinta años ha sido muy importante, hemos llegado a todas partes, en poca cantidad, con muchas dificultades y con méritos propios, pero el hombre sigue sin entrar en el ámbito privado. Por eso estamos en la calle, mostrando nuestra mirada diferente y exigiendo a la clase política.
P-. La educación parece ser uno de los motivos instigadores de los colectivos actuales.
R-. Es cierto que aquí hay muchas educadoras, docentes, psicólogas y gente relacionada con la violencia de género. Es fundamental el papel de la educación y todos nuestros manifiestos hacen referencia a la necesidad de transformar desde la base, desde la educación, porque hay que remover los conceptos aprendidos. Por eso hacemos talleres de amor romántico o lenguaje inclusivo.
P.- Ciertos sectores han calificado movimientos como el Me Too de Hollywood de superficiales, ¿el feminismo es una moda pasajera?
R-. El feminismo no es una moda pasajera, lleva siglos y las mujeres que lo han defendido no solo han salido a la calle a dar cuatro voces, sino que han perdido trabajos, amistades, la vida. El feminismo es una forma de entender e interpretar el mundo, es una lucha por la igualdad, de derechos. El peligro es pensar que es algo pasajero y entender que es una moda, ya que es lo que genera rechazo. Además, tenemos que destacar las posibilidades que ofrecen hoy en día las redes sociales, que han permitido dar voz a nuestra forma de ver las cosas, que han permitido visibilizar a través de movimientos como Me Too los efectos del sistema patriarcal.
P-. Habláis de un mundo feminizado, ¿qué significa?
R-. El mundo feminizado pasa por visibilizar los valores y las formas de hacer de las mujeres, que son muy diferentes a las formas de poder del hombre, que han sido las únicas que gozaban de legitimidad. Estudios han demostrado que las mujeres mandan de otra manera, son mucho más comunicativas, comprensivas, empáticas, conectan mejor, consensuan y tienen en cuenta la situación personal, lo que introduce la necesidad de la conciliación laboral y familiar. El objetivo no es establecer unas formas homogéneas, frente al concepto androcéntrico. Nosotras somos compañeras, plurales y diversas. Y en la tarea de revisualizar el mundo y reaprender, los hombres tienen que asimilar otros modelos, concebir nuevas masculinidades, ya que tienen unos mandatos de género tan fuertes como las mujeres.
P-.¿Cuál es el papel que tiene que desempeñar el hombre?
R-. El hombre tiene que reconstruir la masculinidad enseñada, la patriarcal, poner en valor las cosas que le han restado y luego ceder terreno, renunciar a sus privilegios. Antes de la igualdad debe de haber equidad, las mismas posibilidades para todos. Solo así puede haber justicia social. Por eso es necesario implicarse y participar en la lucha feminista.
P-. ¿Cómo entendéis el Día Internacional de la Mujer?
R-. Matizamos, Día Internacional de las Mujeres, diversas, porque somos muchas en el mundo. Originalmente se llamó así por el contexto político y económico en el que surgió. Pero tras muchos años, en los que los feminismos se han ampliado y abierto banderas, existe consenso acerca de que el género está por encima de cualquier otra categorización del mundo y es transversal. Por encima de la clase social, el contexto, el país, la raza o la edad, está el género. Además, el antiguo concepto de “mujer trabajadora” producía debate en torno a la distinción entre el trabajo y empleo, el trabajo remunerado y el que no lo está. Defendemos la universalización del concepto, da lo mismo que estemos arriba o abajo, las mujeres siempre sufrimos la opresión. Como dice Flora Tristán, “La mujer fue esclava antes de que existiera el esclavo”.