El Gobierno de Castilla-La Mancha sigue manteniendo su firme respaldo a la Feria Nacional del Vino (Fenavin), la mayor exposición del sector vitícola español, que acaba de abrir su doceava edición (es bienal) en Ciudad Real, con un abanico de oportunidades de negocio para las bodegas, cooperativas e industrias vinateras de la región. Se trata, según el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, de una feria “fundamental” para el ámbito agroalimentario de la comunidad, una “fiesta del vino” que acoge el territorio con más superficie de viñedo de España y Europa. Por ello, el Gobierno autonómico se muestra como uno de los firmes aliados de la organización de la feria (la Diputación), a través de inversiones y una completa carta de actividades. En la presente edición, la Junta de Comunidades ha invertido 500.000 euros, la mayoría para aumentar la cartera de compradores internacionales, procedentes este año de más de 100 países, y también para financiar el espacio del stand del Ejecutivo regional que tendrá una ubicación principal y será sede de numerosos encuentros. No faltarán sesiones de cocina en vivo, showcooking y catas de vinos, además de recepciones de autoridades. La nueva cita contribuirá, según Arroyo, a reforzar las ventas de vino castellano-manchego, que van viento en popa en la actual campaña, sobre todo los blancos. Los datos no engañan: “vendemos cada mes más de 200 millones de litros de vino y mosto, y además exportamos más, con más de 11 millones de hectolitros entre marzo de 2022 y febrero de 2023”. Por ello, están impulsado la Interprofesional del Vino de Castilla-La Mancha “para organizar el sector y evitar los dientes de sierra”.
PREGUNTA.- Llega otra edición de Fenavin, ¿Qué supone para el sector y para el Gobierno regional?
RESPUESTA.- Es una feria fundamental y la más importante de Castilla-La Mancha en el ámbito agroalimentario. Es la cita más representativa del vino español, con bodegas y cooperativas de toda España, como las nuestras, con denominaciones de origen y otras figuras de calidad. Es una fiesta del vino que acoge Ciudad Real, la provincia con más superficie de viñedo y más producción de vino de la región y en el mercado mundial. Tiene más de 32.000 metros cuadrados de exposición, y contará con 4.000 compradores internacionales y 15.000 nacionales. Por ello, la apuesta del Ejecutivo regional es total, sobre todo desde 2015, cuando rectificamos la política errónea del Gobierno del Partido Popular (Dolores de Cospedal gobernó entre 2011 y 2015) que apostó por otros modelos, como la Cumbre del Vino. Desde entonces, seguimos realizando nuestra aportación a la feria, este año con una inversión de más de medio millón de euros, 260.000 euros para que vengan importadores de todos los países con los que tenemos más relación comercial. Es un esfuerzo especial que también realizamos desde la Fundación ‘Tierra de Viñedos’, que presido como consejero de Agricultura, y que cuenta con fondos públicos para esto. Haremos un despliegue muy importante en el stand, que tendrá una actividad permanente, entre la que presentaremos la nueva imagen de la Indicación Geográfica Protegida ‘Vinos de la tierra’, la única de vino, que vamos a potenciar más en un futuro cercano con la creación de un organismo de gestión. El objetivo es que funcione como una denominación de origen, y será una puerta más de salida dentro del compromiso que tenemos con el sector del vino en todos los lugares de la región.
P.- ¿Qué actividades acogerá el stand de la Junta de Castilla-La Mancha?
R.- Hemos organizando la ubicación del estand con la Diputación provincial en un lugar preferente, y hemos invertido 100.000 euros en él. Es un espacio espectacular, desde donde vamos a promocionar el vino y a presumir de nuestros vinos con charlas, presentaciones, cocina en vivo, degustaciones, showcooking y catas con vinos de nuestras denominaciones de origen.
P.- ¿Y cómo está el escenario del vino en la región en la actualidad? Usted habla de ‘buena salud’ en la comercialización, tanto nacional como internacional
R.- Las ventas van muy bien y el mercado del vino se está moviendo más respecto a hace unos meses en Castilla La Mancha. Las últimas cifras son que vendemos cada mes más de 200 millones de litros de vino y mosto, y además cada vez exportamos más, con más de 11 millones de hectolitros, que son mil cien millones de litros, a nivel interanual, entre marzo de 2022 y febrero de 2023. Vamos acumulando datos al alza desde hace cinco meses, y son muy positivos porque mantenemos la presencia en 150 mercados. Respecto a la facturación, estamos aumentando el precio de venta unitario por litro y nos permite alcanzar la segunda mejor cifra de nuestra historia en los ingresos a nivel interanual, durante 12 meses seguidos. Con todo, sigue habiendo existencias en las bodegas de España, sobre todo de vino tinto, y por eso se ha llegado a solicitar la destilación de crisis en algunos ámbitos territoriales. Pero en el caso de la región, el mercado se ha vuelto a mover con mucha intensidad en las últimas semanas y la previsión de la cosecha es corta por la sequía, lo que hace pensar que vamos a tener más posibilidades de mejorar la rentabilidad de las explotaciones.
P.- ¿O sea, que desde la Consejería de Agricultura desaconsejan esta medida de destilación que han solicitado algunas organizaciones de productores y cooperativas en otros territorios?
R.- Sabemos que los datos hacen desistir la solicitud en Castilla-La Mancha porque conllevaría una bajada de precio del producto. En otros lugares de tradición vitícola, como La Rioja, están teniendo más problemas porque dependen de otros mercados y tienen mucho vino en barrica que no han podido vender en los últimos años. En La Mancha, por primera vez en mucho tiempo y en nuestra historia, hay un buen nivel de comercialización. Es un motivo de orgullo. Sobre todo, de los blancos.
P.- Pero sí se ha aprobado la vendimia en verde
R.- Sí, se trata de una medida del Ministerio de Agricultura, que se abrió en Castilla-La Mancha hasta el 2 de mayo. Y aunque no resolverá el problema (exceso de producción) del todo, posiblemente más el 50 por ciento de los fondos del Programa Europeo del Vino para España se quedarán Castilla-La Mancha, que es la comunidad que tiene el sector más potente. Los viticultores de la región tendrán, así, una oportunidad, y supondrá una inyección de liquidez para el sector
P.- ¿Y por qué se están vendiendo más los blancos que los tintos?
R.- Se debe al cambio de los deseos de los consumidores y a sus nuevas orientaciones hacia la compra de productos como nuestros vinos, más jóvenes, más frescos, más afrutados, que entran muy bien y se venden en todo tipo de mercados, incluso en algunos donde no se conoce tanto el vino. Estar presentes en 150 países es un gran éxito y creo que Fenavin nos va a ayudar más a reforzar la conquista de los mercados globales.
P.- ¿Y el precio al que se venden es rentable?
R.- La media del precio unitario en graneles es de 0,62 euros el litro. Un incremento respecto al año pasado y respecto a otros años. Es de los más altos de los últimos años, ya que solo alcanzamos un precio superior en 2018. Previsiblemente, si todo va bien, es probable que este valor incluso se incremente, dado que la cosecha será corta por la sequía y el mercado comercializador se sigue moviendo. Es la expectativa en la que estamos trabajando.
P.- ¿Cree que se cumplirá el reto de alcanzar una facturación de 2.500 millones en ventas de vino en 2025?
R.- Hasta ahora llevamos ya 2.000 millones de euros ingresados, también contando las ventas de mosto y los subproductos de vinificación, como el alcohol de uso de boca o los destilados. Esta cifra fue un reto que nos planteamos en la Estrategia del Vino de la legislatura pasada y para alcanzarlo era necesario tener una Ley del Vino en Castilla- La Mancha, que no teníamos y ya tenemos (fue aprobada el pasado mes de agosto). Esta normativa contempla una interprofesional para la organización del sector y eso es muy positivo.
P.- ¿Y cómo está esta interprofesional del vino regional?
R.- La recién creada Interprofesional del Vino de Castilla-La Mancha se está organizando y ya estamos trabajando con el sector para elaborar un borrador de estatutos. El objetivo es que pueda empezar a funcionar cuanto antes. Depende de la voluntad de las partes, pero ambas (comercializadores y productores) ya han tenido una buena acogida. Sin duda facilitará el funcionamiento de la entidad, que fue impulsada hace unos meses por el Comité Regional Vitivinícola, un órgano de carácter consultivo contemplado en la Ley de la Viña y el Vino regional.
P.- ¿Qué prioridades tendrá este órgano?
R.- Se centran en la organización del sector, más que la promoción, de la que se encargará la Interprofesional del Vino de España (OIVE). Se encargará de tomar las riendas, organizar el mundo del vino, con el fin de que no haya tantos dientes de sierra en la producción de vino y de mosto. Nos permitirá trabajar en función del mercado y orientar las decisiones que se toman en las empresas, en las bodegas familiares, en las cooperativas y en las explotaciones vitícolas. (Entre sus funciones, destacan el seguimiento y análisis de la situación del sector vitivinícola, la coordinación de actuaciones y el refuerzo de la competitividad). Por su parte, la OIVE se encargará más de la promoción, a través de la Fundación Tierra de Viñedos (que también preside Martínez Arroyo). Gestionarán las inversiones que hacemos para el fomento de la cultura del vino.
P.- Precisamente, usted es partidario de la promoción entre la hostelería de la región para que ofrezca una carta con vinos de la tierra, dado que no hacerlo “es contrario a la propia decisión del visitante” ¿Qué están haciendo en este sentido?
R.- Estamos trabajando para que se promocione el vino. Tenemos nueve denominaciones de origen, la Indicación Geográfica Protegida ‘Tierra de Castilla’ y siete pagos vitícolas. Son figuras de calidad que están en todos los lugares, de todas las variedades, con distintas altitudes y ubicaciones. Somos la bodega del mundo y no tiene lógica que teniendo todo tipo de productos de una calidad excepcional no se ofrezcan a los visitantes. Es una lucha que mantenemos desde hace años trabajando con la hostelería y la Asociación de Cocineros Euro-Toques, también con la Fundación de la Dieta Mediterránea. Es una batalla para que nuestro vino tenga consideración en la restauración.
P.- Recientemente, usted también defendió en la Federación Española del Vino (FEV) este producto como alimento
R.- Es una reivindicación de Castilla La Mancha y de la Fundación Dieta Mediterránea, que también presido. Consideramos al vino como un alimento de esta dieta, como el pan, el queso y el aceite. Detrás del vino hay muchos factores, como la cultura, la influencia del territorio, la definición del paisaje y la renta de muchas personas del medio rural. En la región hay 85.000 viticultores y decenas de bodegas y cooperativas. Es la realidad de nuestros pueblos, de nuestras agrociudades y por ello merece la pena luchar por el vino.