A las siete en punto de la tarde sonaba el tercer chupinazo que anunciaba la salida de los dos morlacos que han protagonizado este viernes el tradicional encierro al estilo fernanduco que cada 30 de agosto se celebra en la localidad de Fernán Caballero con motivo de sus ferias y fiestas en honor a su patrón, San Agustín.
Un encierro que ha estado caracterizado por la escasez de emoción y por lo manso de los dos toros de la ganadería de Víctor y Marín, que ha impedido que los mozos pudieran hacer las carreras que suelen hacer habitualmente en estos encierros.
Al cuarto de hora de salida de los dos astados, han comenzado a venirse abajo y se han apotronado en las calles fernanducas, sin provocar ningún momento de peligro. Muchos de los corredores habituales en los encierros han mostrado su descontento con los toros, que no les han permitido hacer de las suyas.
El primero de los morlacos, tras permanecer tumbado en el suelo durante varios minutos, ha sido avivado por el director de lidia, el torero Aníbal Ruíz, quien ayudado de otros mozos ha atado los pitones del toro a una cuerda para empujarlo hasta el espacio conocido como ‘La Tórtola’, lugar donde se le da muerte al toro, sobre las 20:10 horas.
El otro de los astados, también mostrando su falta de bravura desde el suelo, ha muerto apuntillado en la misma calle, ya que los mozos ni el director de lidia han logrado moverlo. La Guardia Civil y los voluntarios del Ayuntamiento de Fernán Caballero para el encierro han tapado la muerte del toro para que no fuera vista por el público.
Con la muerte del segundo toro, sobre las 20:50 horas, se ha puesto fin al tradicional encierro de Fernán Caballero de este 2019.
Minuto de silencio por el joven fallecido el pasado año
Minutos antes del comienzo del encierro, el Ayuntamiento de Fernán Caballero ha organizado un minuto de silencio por el joven fallecido el pasado año en el espectáculo taurino a consecuencia de una cornada. La familia del fallecido ha estado presente en el encierro con camisetas negras con su cara serigrafiada en ella.
Más seguridad
Además, tras la tragedia del año pasado, cuando el joven murió al intentarse resguardarse en las talanqueras del toro, diversos agentes de la Guardia Civil han velado porque éstas quedasen vacías y no fueran taponadas por los espectadores cuando los corredores intentaban meterse.