El acto, que estuvo presidido por el vicepresidente de la Diputación provincial, Adrián Fernández, contó con la presencia del delegado provincial de Bienestar Social, el también solanero Eulalio Díaz-Cano; la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Cristina López Zamora, y la vicepresidenta de la Diputación, Encarnación Medina, además de otros consejeros y representantes del Instituto de Estudios Manchegos y del público en general.

El presidente del Instituto de Estudios Manchegos, Alfonso Caballero Klink, mostró el compromiso por parte del instituto de “estrecha colaboración y trabajo” con la nueva corporación de la Diputación provincial, un compromiso que, “no es otro que el que se recoge en el artículo 1 de nuestros estatutos, y que es el de promover la investigación y el estudio de las materias científicas y culturales de cualquier orden de Castilla-La Mancha y especialmente de la provincia de Ciudad Real, así como difundirlas mediante publicaciones, conferencias y toda clase de actividades encaminadas a este fin”.
Acto seguido, el nuevo consejero del Instituto de Estudios Manchegos entró en el Salón de Plenos de la Diputación acompañado de sus padrinos: José María Barreda Fontes, expresidente de Castilla-La Mancha y exprofesor de Historia Contemporánea de la Facultad de Letras, y por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Alía Miranda.
«Fernando ha acercado la lupa a nuestra tierra»
Precisamente José María Barreda fue el encargado de pronunciar la laudatio en favor del consejero electo en tan solemne ceremonia.
Barreda destacó que Fernando del Rey Reguillo es “uno de los mejores historiadores de nuestro pasado más inmediato”, además de ser un “gran especialista en la Segunda República, en la guerra civil española y en política internacional, con lo que es capaz de hacer una historia local excelente porque tiene una perspectiva muy amplia y sabe contextualizar muy bien los problemas y las situaciones”.
Desde su punto de vista, Fernando del Rey Reguillo, ha contribuido a que “nos conozcamos mucho mejor”, indicando que su libro ‘La retaguardia roja. Violencia y revolución en la guerra civil española’, que fue Premio Nacional de Historia, “trata de lo que aconteció en La Solana y en La Mancha durante los años de la guerra, haciéndolo con un gran oficio y utilizando mucho más la historia que la memoria”.

Durante la laudatio, Barreda puso en valor que a Fernando del Rey “se nota que le gusta la historia, porque es un gran historiador, y no se puede ser tan bueno en algo si no te gusta y apasiona”.
Se refirió a su vez al flamante nuevo concejero del Instituto de Estudios Manchegos, nacido “en un lugar muy especial de La Mancha” como “un historiador de cuyo nombre no puede prescindir la historiografía española, en especial, la referida a nuestro pasado más inmediato, pues estamos ante uno de los mejores conocedores de la sociedad de nuestro complicado siglo XX”.
Barreda recordó cómo Fernando del Rey es especialista en “el conflictivo periodo de entreguerras, en las crisis de las democracias y en la los años 30 de España con el terrible episodio del enfrentamiento fratricida de la guerra civil”.
En este sentido apuntó como desde un profundo conocimiento de la historia española y europea “Fernando ha acercado la lupa a nuestra tierra, haciendo una extraordinaria historia local, muy lejos de la erudición superficial que sin metodología ignora fuentes y descontextualiza el relato”.
Asimismo, señaló como “Fernando del Rey se planteó el problema del odio social y las pasiones ideológicas que se propagaron con una gran intensidad por toda Europa y en España en los años que siguieron a los llamados con frivolidad, ‘Felices 20’”.

«Melitón Serrano tuvo un gran comportamiento político»
Por su parte, el nuevo consejero del Instituto de Estudios Manchegos, Fernando del Rey Reguillo, quien mostró su satisfacción por su ingreso dentro del IEM, disertó sobre la vida y la faceta política y humana de Melitón Serrano Ortiz, pionero del socialismo manchego, realizando un pormenorizado y sincero retrato del que fue “un líder socialista de los años 30, y que tuvo un gran protagonismo político”, haciendo una visión ponderada del personaje, que, desde su punto de vista “fue muy vilipendiado en los años 30 por sus adversarios políticos”.

Con su disertación Del Rey Reguillo quiso neutralizar “esa imagen tan peyorativa, porque la trayectoria de Melitón Serrano demuestra que tuvo una vida compleja y que tuvo un comportamiento heroico durante la guerra porque salvó a mucha gente de derechas y denunció la violencia revolucionaria en retaguardia”.
Durante su intervención recordó como Melitón Serrano era natural de Ruidera, para posteriormente afincarse en La Solana por “determinadas circunstancias”, lugar donde “contribuyó a crear una organización socialista impresionante de la noche a la mañana, cambiando la correlación de fuerzas locales, en una época donde hubo mucha tensión y muchas luchas. Pero en la guerra tuvo un comportamiento que no se corresponde con la imagen maligna que se había construido antes de la guerra y que luego se prolongó durante el franquismo”.
Consideró a su vez que Melitón “dio muestras de una gran humanidad, en unas circunstancias muy adversas”.
Según recuerda el Instituto de Estudios Manchegos, Fernando del Rey Reguillo, ha participado en una veintena de Proyectos de I+D financiados en Convocatorias públicas nacionales e internacionales, así como en Grupos de Investigación reconocidos oficialmente; es autor de una docena de libros, y ha dirigido media docena de tesis doctorales. Además, son innumerables sus colaboraciones en revistas especializadas, así como su participación en Congresos, oposiciones, trabajos de Fin de Grado y de Fin de Máster. Igualmente, Del Rey es autor de numerosos prólogos, artículos de opinión y divulgación, y participa habitualmente en seminarios, conferencias, mesas redondas y otros actos académicos.

Entrega de la medalla del Instituto de Estudios Manchegos
Una vez concluido el discurso de ingreso de Fernando del Rey Reguillo, se procedió a entregarle un diploma y la medalla del Instituto de Estudios Manchegos.