La Asociación Cultural Montes de Toledo (ACMT) ha entregado el galardón “Monteño Distinguido” 2019 al fontanarejeño Ángel Alcaide Espinosa por su gran conocimiento de las tareas agropecuarias, por sus valores humanos, y por impulsar y mantener las tradiciones locales. Ángel desempeñó el papel de “alcalde de medias” durante 32 años consecutivos, manteniendo viva una peculiar tradición que se llevaba a cabo en Fontanarejo y que consistía en la puesta en escena de un singular ritual para despedir a los novios del pueblo en la víspera de la boda.
La entrega de galardones, a la que asistieron más de 300 personas, tuvo lugar en un encuentro cultural celebrado en el emblemático castillo de Guadamur (Toledo), una construcción del siglo XV. En este histórico escenario y tras la actuación de un grupo folklórico local, se entregaron las distinciones anuales que promueve la Asociación Cultural Montes de Toledo. El presidente de la citada entidad, Ventura Leblic, entregó el diploma/pergamino enmarcado a Angel Alcaide, quien dirigió al público unas breves palabras para agradecer la distinción a los responsables de la citada asociación.
En declaraciones a LANZA, Ángel Alcaide señaló que sentía “una satisfacción muy grande por este reconocimiento; ¿quién iba a esperar esto?”, señaló agradecido.
En el encuentro recibieron también la distinción de “Monteños Distinguidos” Venancio Sánchez Mejorado por la rehabilitación del patrimonio monteño; Juan Antonio Sánchez Gómez por su trabajo artesano; Cáritas de los Montes de Toledo por su solidaridad rural y Gerardo Muñoz Fernández , de Navas de Estena, por sus valores humanos al frente de la Fundación AHUCE.
Previo al acto de entrega se celebró la recepción de alcaldes y autoridades que participaron en un desfile cívico acompañados por los abanderados y una banda de música hasta llegar al auditoio de la citada localidad donde se celebró “La Llega”. Con este acto se rememora desde hace 40 años las históricas “Llegas”, que recuerda la Junta de las Cuadrillas de Los Montes creadas para defender los intereses de los vecinos de los Montes de Toledo y que se celebraron desde el siglo XVII al XIX; y desde 1.300 formaron parte de las hermandades monteñas de Toledo, Ciudad Real y Talavera.
La intensa jornada celebrada en Guadarmur concluyó con una cena-cóctel en los jardines del citado Castillo.