Mayo, mes de las flores, mes de María, mes de las cruces. Como otros pueblos, el día 3 de mayo Fuencaliente celebra el día de la Cruz y lo hace poniendo cruces en las calles y las casas: unas 17 se distribuyen por todo el pueblo y compiten entre sí en un concurso organizado por el ayuntamiento de la localidad.
Los vecinos de cada calle se juntan para “vestirlas”, decorándolas a su manera y utilizando para ello distintas plantas y flores, la mayoría de ellas silvestres (lirios, peonías, madroños, brezo..). Cada año se utilizan nuevos materiales, que las dotan de cierta originalidad.
Así, en esta ocasión llama la atención la incorporación en algunas de ellas de viejas vasijas e incluso de escorias procedentes de antiguas fundiciones; pero si algo no puede faltar son la iñesta y el cantueso, tal como dice la canción “santa cruz bendita/dame pan y queso/que yo te daré/ iñesta y cantueso”.
El origen pagano y el culto al árbol
Pero ¿Cuál es el origen de esta fiesta? Parece ser que el “día de la Cruz” conmemora la fecha en que Santa Elena, madre del emperador Constantito, descubrió la cruz de Cristo allá por el siglo IV, aunque no falta quien señala un origen anterior y pagano de esta fiesta, relacionado con el culto al árbol.
Sea como fuere, las cruces son la excusa perfecta para pasear por este hermoso pueblo, recorrer sus calles y disfrutar de los sentidos: el color y el olor de las flores, el sonido de las coplas, el sabor de las meriendas en la calle…