La PAC se retrasa, y en este momento está todo abierto sobre cómo se definirá, incluso el presupuesto. Falta por ver cómo se resuelve el Brexit y las elecciones europeas, después será momento de definir el periodo de transición. Así lo ha señalado en FERDUQUE 2019 Florencio Rodríguez, secretario general de ASAJA Ciudad Real, en la conferencia “La PAC que viene”.
Aunque no hay nada cerrado, lo cierto es que se prevé que haya una mayor convergencia, porque sigue habiendo mucha diferencia entre los que más cobran de estas ayudas y los que menos dinero perciben. Existe la posibilidad de que haya transferencias de presupuesto entre los dos pilares, de ayuda a la renta y el de Desarrollo Rural. En este sentido, “lo más importante e inmediato es que se luche para mantener el montante total de la ayuda”, ha insistido. Parece estar muy asentada también la idea de poner un tope máximo de ayuda por explotación, que puede estar en los 100.000 euros, aunque con ciertas matizaciones respecto al empleo, gastos, Seguridad Social, impuestos…
Ahora se está trabajando en el desarrollo de los reglamento de los planes estratégicos de los Estado miembros, el Reglamento de la Organización Común de Mercado y el Reglamento de la Financiación y Gestión de la PAC. Hay que esperar a después de las elecciones europeas para que los documentos sean más realistas. Eso sí, la protección del medio ambiente y el cambio climático serán elementos importantes en la futura PAC, con un apoyo claro a las medidas agroambientales, que se llevarán el 30% del presupuesto de Desarrollo Rural.
Habrá un mayor apoyo a los jóvenes agricultores y las Ayudas Asociadas tomarán fuerza, habiéndose propuesto dedicar el 10% del presupuesto más un 2% para proteaginosas y leguminosas.
Lo importante, ha dicho, es que el campo va a seguir recibiendo dinero porque en Europa saben que el sector tiene un importante cometido: dar de comer a millones de personas. Además, advierte Rodríguez que las previsiones de aumento de la población en el mundo para 2050, cuando se calcula habrán 10.000 millones de personas, obligarán a que la producción agrícola y ganadera crezca, alrededor de un 70% más.
Por último, subraya que la PAC supone el 30% de la financiación de una explotación. Pero “no nos olvidemos del otro 70%, el que debemos trabajarnos innovando, modernizando nuestras explotaciones, para ser más competitivos”.
El auge del pistacho ecológico
José Francisco Couciero, investigador del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (IRIAF), ha defendido las bondades de un cultivo que está en auge, el pistacho; y ha remarcado la importancia que está adquiriendo el ecológico. Es más, la previsión es que España producirá mucho más porque hay margen. “La demanda es superior a la oferta y de muy pocos cultivos se puede hablar en estos términos”, ha dicho Couciero en FERDUQUE 2019, en una ponencia organizada por ASAJA Ciudad Real, que ha sido un éxito de participación.
En su intervención, ha señalado cómo la superficie actual de este cultivo en Europa es de casi 40.000 hectáreas y necesitaríamos tener el doble de hectáreas para evitar las importaciones. La previsión es que en los próximos años aumente el consumo, las exportaciones y su uso industrial, entonces necesitaremos llegar a las 400.000 hectáreas. Explica que de Europa solo España puede poner esas hectáreas de pistacho.
Couciero destaca que tenemos todo a nuestro favor, especialmente la climatología (es un cultivo que necesita mucho calor en verano y mucho frío en invierno). Pero recuerda que falta por hacer una labor de difusión y aumentar el prestigio del pistacho español. “Tenemos la oportunidad, por primera vez en la historia de la agricultura española, de ser una referencia mundial con este cultivo”.
Ante los asistentes, ha insistido en la importancia del asesoramiento profesional sobre la elección de portainjertos y variedades, ya que la adaptación del cultivo en las diferentes zonas, tanto en secano como en regadío, son diferentes. Finalmente, ha destacado la apuesta de los profesionales que en su día eligieron este cultivo sin saber qué se iban a encontrar y que después de 10 años siguen apostando con más fuerza por un producto de calidad, saludable y equilibrado como éste. Castilla-La Mancha roza ya las 30.000 hectáreas, de las cuales el 50% son de Ciudad Real.