El cultivo del tomillo se ha alzado en los últimos años, junto a otras plantas aromáticas, como una alternativa rentable en el sector agrícola castellano-manchego frente a los cultivos tradicionales de cereal y también para revalorizar las tierras de secano. Se trata de plantas que no producen alimentos y que en la actualidad están ganando puestos entre los productores hortícolas de la comarca manchega, tal y como desde hace dos años han comprobado los responsables de la Cooperativa ‘Santiago Apóstol’ de Tomelloso, principalmente dedicada a manipular y envasar melones, sandías y cebollas. Esta entidad hortofrutícola ha registrado un espectacular aumento de la demanda de plantas que produce en su invernadero por parte de agricultores de las provincias cercanas a la localidad ciudarrealeña.
J. Y.
Ciudad Real
José Ángel Serrano, presidente de la cooperativa tomellosera, explicó a Lanza que en las últimas campañas han trabajado de manera más intensiva en la reproducción de las plantas de tomillo, a partir del sembrado de semillas.
Al parecer, son productores de pueblos anejos a Tomelloso fuera de la provincia de Ciudad Real los interesados en cultivar de manera extensiva esta aromática como rotación de cultivo, aunque estén fuera de las ayudas de la PAC.
La cooperativa cuenta con un invernadero de 10.000 metros cuadrados, donde en invierno siembran las semillas para producir la planta y venderla para su trasplante en el mes de febrero.
Después, la plantación ya en campo permanece varios años, con la necesaria siega y con buenos rendimientos.
En declaraciones a Lanza Serrano señaló que “hasta ahora hacíamos algo de tomillo para la exportación pero la subida de este tipo de aromáticas en el mercado ha aumentado nuestra demanda”. Precisamente, es una variedad autóctona de la zona, sobre todo en los campos sin regadío cercanos a Ruidera, y actualmente ha despuntado como una alternativa viable y productiva para la rotación de las tierras de labor.
El propio Ministerio de Agricultura recoge en sus Hojas Divulgadoras que el tomillo se adapta de manera natural a las zonas más áridas y por ello ofrece una valiosa alternativa para el aprovechamiento de los parajes bajamente productivos.
Las técnicas de cultivo y aprovechamiento pueden ser muy variadas, si bien esta aromática responde “extraordinariamente a cualquier labor que se le aplique” por parte de los productores.
En cuanto a sus aplicaciones, además de un gran potencial oloroso, tiene varias salidas comerciales como los productos farmacéuticos, por su capacidad antioxidante, así como para el control de plagas y para atraer polinizadores. En la cocina, se emplea como condimento y en infusiones para prevenir y tratar algunas afecciones.
Melones y sandías
De otro lado, en las instalaciones de ‘Santiago Apóstol’ también preparan plantas para los cultivos de sus socios de cebolla, melón y sandía, productos que también manipulan y venden cada campaña, al igual que desde el año pasado introdujeron la calabaza.
Precisamente, esta misma semana, indicó Serrano, salen al campo con manta las variedades tempranas de melón y sandía.
En 2016 la cooperativa comercializó 18 millones de kilos de melón y tres de sandía, de los que el 40% fue exportado en países como Polonia, Checoslovaquia, Alemania, Bélgica, Holanda, Francia, e Italia.