La cueva prehistórica de los Toriles, en la pequeña localidad de Carrizosa, sigue despertando el interés del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) de Burgos. Geólogos del yacimiento de Atapuerca han estado este mes de diciembre en los Toriles para aplicar técnicas de paleomagnetismo (magnetismo retenido en las rocas) y resonancia paramagnética electrónica para conseguir una datación más precisa.
“Han tomado muestras que analizaremos después en el laboratorio”, explica Daniel García Martínez, el paleoantropólogo del Cenieh que dirige al equipo multidisciplinar de los Toriles. El fin de semana del 12-13 de diciembre seis personas del grupo estuvieron en Carrizosa en labores logísticas para la campaña de excavación de 2021 que confían poder financiar y realizar.
“Nos movemos en un rango cronológico un poquito amplio, entre hace 300 y 100.000 años, eso es Paleolítico Medio. Para encontrar la cronología exacta también hemos tomado muestras de sedimentos. Hasta ahora por las herramientas líticas tenemos esa edad, con estas técnicas más avanzadas que estudian determinadas propiedades de los sedimentos podemos precisar más”, explica García Martínez.
La orientación del eje magnético de la Tierra
El paleomagnetismo es una técnica que sirve para datar los estratos de manera relativa. “La Tierra tiene una polaridad norte sur que ha ido cambiando, depende de cómo este orientado ese eje magnético podemos saber si estamos en una cronología o en otra. Se emplea para trabajar a gran escala. Ahora mismo el magnetismo que tiene la Tierra es el mismo que hace 800.000 años, pero dentro de este periodo sabemos que ha habido etapas en las que el eje de la Tierra ha variado ligeramente, con el paleomagnetismo se puede saber esto y se puede identificar una época concreta”, añade el paleontólogo.
La otra pequeña intervención ha sido retirar una serie de bloques de piedra que entorpecían el acceso para facilitar la excavación cuando se pueda. Además se ha hecho una prospección en el entorno que ha confirmado el “enorme potencial”, dice el científico, de esta cueva conocida por el fósil de un diente de tejón del Pleistoceno.
En las inmediaciones de los Toriles se han encontrado restos cerámicos de la Edad del Bronce y una punta de metal medieval, piezas que confirman la zona la ha frecuentado el hombre desde la Prehistoria.
Tanto los nuevos hallazgos -fuera de contexto arqueológico- como los fósiles y las herramientas de piedra encontradas en la primera campaña animan al grupo de científicos, muy jóvenes y de diferentes especialidades. “Lo que conocemos como ‘la sala’, la zona central de la cueva está bastante trillada, con la retirada de los bloques esperamos acceder a otras galerías”, indica García.
Algo más de 4.000 euros de ‘crowdfunding’
Esta intervención se ha financiado con una pequeña cantidad de los 4.000 euros de la campaña de Crowdfunding lanzada el mes pasado por el equipo a través de la fundación Goteo. “Ha sido todo un exitazo, tenemos dinero suficiente como reserva para la próxima intervención, aunque esperamos que salgan las subvenciones habituales de la Junta de Comunidades”.
El equipo está muy motivado, “nunca se había dedicado tanto esfuerzo en Castilla-La Mancha ha investigaciones sobre la Prehistoria y la evolución humana”, aseguran.
Lo mejor, el equipo humano
“Lo mejor que tenemos en el proyecto, aparte de los restos fósiles y arqueológicos, es el maravilloso equipo humano con el que contamos. La ciencia es dura y a veces hay que esforzarse mucho para lograr los objetivos, pero contando con grandes profesionales (y mejores personas), saldrán cosas también grandes”, remata García Martínez.