El obispo de la Diócesis de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha asegurado que es la Iglesia Católica la que debe acercarse más a las familias y a los jóvenes, tal y como ha pedido en reiteradas ocasiones el Papa Francisco.
En el tradicional desayuno de Navidad con los medios de comunicación, el máximo responsable de la Diócesis, que ha recordado que ya lleva casi cuatro años en Ciudad Real donde, ha comentado, se siente muy a gusto y contento, ha repasado las últimas acciones promovidas entre las que ha destacado la puesta en marcha de las Unidades de Acción Pastoral, un nuevo estilo de evangelización en el que se cuenta, y mucho, con la aportación y responsabilidad de los laicos en la tarea evangelizadora.
Esas unidades, que están arrancando aún en muchas parroquias de la provincia, tienen como objetivo primordial “involucrar a los laicos en la acción evangelizadora”, un camino que no es nuevo pero en el que ahora se pone más énfasis, haciendo a los laicos corresponsables de esa acción evangelizadora.
Formación a las hermandades
Además, Gerardo Melgar ha indicado que a lo largo de este 2019 también se ha hecho un esfuerzo especial por impartir formación y dar espiritualidad a las centenares de hermandades que existen en la provincia, cuyos integrantes, más de 600 personas, “han respondido con mucha generosidad”.
También el Instituto Teológico de Ciudad Real ha ampliado sus programas de formación con un curso específico dirigido a sacerdotes, y han sido más de 500 las parejas que han participado en los cursos dirigidos a matrimonios.
Principales preocupaciones
El obispo ha destacado que una de las principales preocupaciones de la Diócesis es la falta de vocaciones, en general, y al sacerdocio, en particular. Ha explicado que el momento actual “está bien”, con 17 alumnos en el Seminario Mayor, “pero sí es verdad que el número de alumnos, en el Seminario Menor, cada año baja. Además, no hay ingresos desde la calle sino que todas las vocaciones sacerdotales son de alumnos del Seminario Menor”.
“Falta un interés grande por la promoción de las vocaciones sacerdotales”, ha añadido Gerardo Melgar quien ha indicado que esto también es consecuencia de la sociedad en la que vivimos en la que, entre otras cuestiones, cada vez se tienen menos hijos.
Los jóvenes
Además, ha indicado que hay que hacer un especial esfuerzo por acercarse a la realidad de los jóvenes. “A muchos no les interesa lo que la Iglesia ofrece, sobre todo, después de la Confirmación”, ha indicado el obispo quien, no obstante, ha destacado que los que sí se animan a participar en la vida de la Iglesia, a través de diversos grupos o carismas, lo hacen de lleno, muy coprometidos, y ha puesto como ejemplo el grupo de la Pastoral Universitaria.
Novedades para el próximo año
Y, por último, el obispo de la Diócesis también ha anunciado algunas novedades para el año próximo como la puesta en marcha de un proyecto, en el mes de enero, de “grupos de amigos-novios” con el objetivo de que las parejas se plateen un noviazgo de conocimiento, de proyecto de vida juntos.
Esta nueva formación, o diálogo con las parejas jóvenes, la va a dirigir él mismo, una vez al mes, con una hora de duración, durante cuatro o cinco años, se abordarán diversas cuestiones para que se llegue al matrimonio, si ese es su deseo, con un profundo conocimiento el uno del otro.
“Hoy en día los noviazgos son muy largos en el tiempo y las parejas se casan ya con cierta edad y madurez, pasados los 30 años y, sin embargo, apenas les dura el matrimonio unos meses”, ha comentado el obispo de la Diócesis.
Por último, el obispo ha deseado una muy feliz Navidad.