GICAMAN (Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha) ha comunicado al Ayuntamiento de Daimiel que rechaza la oferta presentada por el Consistorio para completar la liquidación de EMUMASA, después de más dos años dando largas a una propuesta que cuenta con el aval de los tres partidos con representación municipal (PP, PSOE e Izquerda Unida) y que se trabajó con los técnicos de la empresa pública regional. La decisión de GICAMAN se trasladó la semana pasada en un escrito donde únicamente se recoge que se “declina la propuesta” sin concretar las razones técnicas o económicas que ha tenido en cuenta su gerencia.
Así lo explicaba este lunes el portavoz del equipo de Gobierno, Jesús David Sánchez de Pablo, que ha calificado este hecho de “inadmisible” porque esta negativa bloquea un acuerdo que, entiende, beneficiaría a todas las partes. “Si este acuerdo se formaliza, ganaríamos todos. GICAMAN, porque cobraría su deuda con activos cuyo valor de tasación supera ampliamente la deuda contraída. EMUMASA, porque se extinguiría y se cerraría la etapa más negra de la economía municipal. Y el Ayuntamiento de Daimiel, porque bajaría 10 puntos su nivel de endeudamiento”, detallaba.
De esta manera, la luz verde a esta operación permitiría que el Ayuntamiento de Daimiel pueda solicitar financiación externa (al bajar del límite del 110% de endeudamiento) y acometer inversiones plasmadas en los presupuestos, que ahora quedarían en el aire por este no de GICAMAN. “El asfaltado de la salida a Madrid y a Manzanares podría ser una realidad mañana mismo, pero el bloqueo de la Junta imposibilita éstas y otras actuaciones necesarias para el municipio”, indicaba.
Para Sánchez de Pablo no existe otra alternativa a la dación pago, y por eso, avanzaba que el Ayuntamiento de Daimiel va a seguir incidiendo en esta oferta. El portavoz del equipo de Gobierno ha anunciado que van a solicitar nuevas reuniones con los responsables de GICAMAN y de la consejería de Fomento para trabajar en la consecución de este acuerdo. “Estamos en un momento donde las administraciones tenemos que respaldarnos y ponernos de acuerdo. Aquí lo hemos hecho, siempre hemos ido con el apoyo de los tres partidos”, y por ello, insiste, Sánchez de Pablo, la decisión de GICAMAN “no tiene ningún sentido”.
Este revés a los planes del Ayuntamiento de Daimiel es el último capítulo dentro plan de liquidación de EMUMASA que acordaron por unanimidad PP, PSOE e IU en 2015. En aquel momento, después de constatar que la “única forma de pagar sus deudas era repartiendo los activos” entre los acreedores, se puso en marcha un plan que se pudo completar con las entidades financieras, pero que sigue bloqueado “en lo que creíamos que iba ser más fácil”, añadía Sánchez de Pablo.
Por tanto, la extinción de EMUMASA, “constituida en 2003 y que llegó a tener una deuda de 17 millones de euros en 2011”, sigue sin resolverse y condicionando la economía municipal tras esta negativa de GICAMAN.
