El caso de José Manuel Lomas, el exlibrero octogenario condenado por matar de un disparo de escopeta al intruso que se coló, supuestamente a robar, en su casa de La Atalaya de Ciudad Real el 1 de agosto de 2021 ha dado un pequeño giro en la vistilla de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. La fiscalía, que había mantenido que no cabía aplicar la eximente de legítima defensa, se ha adherido parcialmente a la petición del abogado defensor y ha solicitado que se aplique como atenuante “la legítima defensa putativa”, lo que supone rebajar un grado más la pena, hasta los dos años y ocho meses, en vez los seis años y tres meses en los que está ahora.
La solicitud de la fiscalía supone también introducir una rebaja en la responsabilidad civil con la que Lomas debería indemnizar a la familia de Nelson Ramírez, el migrante hondureño de 35 años al que mató, y fija que las cantidades a pagar a la familia sean de 32.000 euros a los padres y 13.000 euros (a cada uno) a los tres hermanos del fallecido.
“Una sorpresa” para la acusación y un “alivio” para la defensa
El cambio de postura de la fiscalía ha sido “toda una sorpresa” para la acusación particular de la familia Ramírez, representada por el abogado Alfredo Arrién, del bufete Paredes Abogados, y un alivio para Juan Manuel Lumbreras, el letrado de Ciudad Real que asumió la representación de Lomas desde su detención la madrugada del 1 de agosto de 2021.
“Aspiramos a la absolución”
“Aspiramos a conseguir la absolución, a que mi defendido no pase ni un día más en prisión (estuvo ocho meses en prisión preventiva), la petición de la fiscalía supone bajarle un grado más, dos respecto a una condena de homicidio, y la baja de la responsabilidad civil de un tercio de lo que pedían, estamos muy contentos”, ha contado Lumbreras.
Lomas sigue tranquilo en su casa, con sus libros y sus árboles
José Manuel Lomas, cuyo caso, agitado por las televisiones generalistas y partidos políticos como Vox y otras corrientes de ultraderecha, ha despertado muchas simpatías en la opinión pública, sigue en libertad provisional. Vive tranquilo -sin escopetas- en su casa de campo del parque forestal La Atalaya de Ciudad Real, cuidando sus árboles y leyendo mucho. “Está tranquilo”, insiste Lumbreras.
Lomas cumplirá en unos días los 81 años. El jurado entendió en el juicio que sus capacidades mentales están y estaban la noche del homicidio algo alteradas, por su aislamiento social y su obsesión con los ataques a su propiedad.
La compañía aseguradora del arma con la que la que Lomas disparó a Ramírez, Mapfre, se opone asumir el pago de la indemnización, y han explicado a la sala que debería haber una concurrencia de responsabilidad entre el joven que se coló de madrugada en una casa ajena y el hombre que le disparó con pocos miramientos.
El TSJCLM decidirá si mantiene o modifica
La acusación particular se ha opuesto a la rebaja de la condena en los términos que la emitió la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Será el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha el que decida si mantiene la sentencia tal y como esta o acepta las nuevas alegaciones de las partes.
Lomas, juzgado por un jurado popular en la Audiencia de Ciudad Real en abril, fue declarado culpable de un delito de homicidio, con la eximente incompleta de trastorno psíquico y la atenuante de confesión. El jurado entendió que en su caso no cabe la legítima defensa, tal y como recoge el Código Penal. Con ese veredicto se le impuso una condena de seis años y tres meses de prisión.
La indemnización a la familia del hombre al que mató se fijó en la sentencia en 48.000 euros para los padres del fallecido (a cada uno) y 19.000 euros a cada hermano (tres), 153.00 euros. Además estableció la responsabilidad civil directa de Mapfre España (hasta el límite de la cobertura, 90.00 euros.
El caso Lomas, homicidio en la Pandorga de 2021
José Manuel Lomas, propietario de la histórica librería Aspas de la plaza Mayor de Ciudad Real, ya desaparecida, vivía y vive solo en la finca Valdelobos de La Atalaya desde su jubilación. Una casa de campo aislada dentro de una zona de la capital en la que hay más viviendas.
La noche de la Pandorga de 2021, sobre las dos de la madrugada, se despertó para ir a regar, se tomó su desayuno ligero y salió al patio de su finca, sin encender ninguna luz. Notó que alguien había entrado en su propiedad y, alarmado, entró de nuevo en la casa, cogió la escopeta cargada con la que dormía (también tenía un rifle a mano), hizo una ronda por el patio y sin mediar palabra -al menos es lo que dice- disparó dos veces “a un bulto”, que tenía su motosierra, que resultó ser el acusado Nelson Ramírez.