En el campus de Ciudad Real, en el corazón del Edificio Politécnico, las aulas del nuevo Grado de Matemáticas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) vibran con una energía especial. Desde su implantación en el curso pasado, este grado ha reunido a jóvenes mentes apasionadas que encuentran en los números un universo lleno de posibilidades. Entre ellas, se encuentran Alejandro Gallego, un estudiante de primer curso natural de Valdepeñas, y Paula Alique, de Cuenca, que cursa segundo. Ambos representan la esencia de una vocación que desafía la lógica y encarna el amor por las matemáticas.
Alejandro: “Estoy enamorado de las Matemáticas”
A los 12 años, Alejandro encontró su camino gracias al programa Estalmat (Estímulo del Talento Matemático), que marcó un antes y un después en su relación con esta ciencia. “Fue ahí cuando entendí que las Matemáticas son mucho más que números. Todo está formado por ellas, y sin ellas, no puedes ver la verdadera belleza del universo”, explica con entusiasmo.
Su dedicación no ha sido casualidad. Participante recurrente en olimpiadas matemáticas, Alejandro no solo disfruta resolviendo problemas, sino que también encuentra en ellos un refugio y una pasión: “He llorado más por las Matemáticas que por nada más en el mundo, en el mejor sentido. Sabía que quería hacer este grado. Es un sueño”.

Además, el estudiante destaca la cercanía y apoyo del nuevo grado: “Los profesores han hecho un trabajazo para que el salto de Bachillerato a la universidad sea lo más ameno posible. Te sientes como en casa, y el ritmo, aunque más exigente, resulta llevadero”. De cara al futuro, Alejandro aspira a combinar docencia e investigación, soñando con explorar la intersección entre matemáticas y computación.
En la actualidad Alejandro, junto a su equipo, participa en la Liga Nacional Matemática bajo el nombre de los Manchemáticos. “Es emocionante resolver problemas en equipo. Este año ganamos incluso a los campeones invictos de la pasada edición. El resto de universidades tienen en el equipo alumnos de todos los cursos, aquí solo somos de primero y segundo curso, pero demostramos el talento que hay aquí”, afirma Alejandro con orgullo.
Paula: “Mucho más que números”
Paula Alique cursa en la actualidad segundo. Junto a sus compañeros de promoción, inauguró este Grado de Matemáticas que ya está más que consolidado con la nota de corte más alta de la UCLM, sin contar con los grados sanitarios. En concreto, un 11,24, que también la sitúa como el cuarto Grado de Matemáticas con la nota de acceso más elevada de todo el país.
Paula Alique tuvo su epifanía matemática en cuarto de la ESO, cuando descubrió que las matemáticas también pueden salvar vidas. “Una amiga me contó que su profesor estaba trabajando en una investigación contra el cáncer de mama. Ahí me di cuenta de que las matemáticas tienen aplicaciones increíbles, y decidí que quería dedicarme a esto”, relata.

Su camino hacia el grado no fue sencillo. Tras un desafortunado resultado en la EVAU, Paula cursó un año en la UNED, donde experimentó las dificultades de un aprendizaje más autodidacta. Sin embargo, esta experiencia reforzó su determinación: “Cuando llegué a la UCLM, todo cambió. Aquí tenemos mucho apoyo, tutorías y compañeros que están siempre ahí. Es otro ambiente, mucho más cercano y motivador”.
Con respecto al Bachillerato, Paula indica que allí la clave era memorizar, aprender los ejercicios y repetir y repetir. Ahora todo cambia, “aquí le tienes que dar vueltas a más cosas y tirarte a lo mejor días pensando el mismo problema”.
En segundo curso, Paula sigue explorando su vocación, con la investigación en mente. “La idea de aplicar las matemáticas en la lucha contra el cáncer me sigue fascinando, pero quiero descubrir más sobre qué me gusta y para qué soy buena”, comenta.
Un grado necesario
Con historias tan inspiradoras como las de Alejandro y Paula, el Grado de Matemáticas en la UCLM se consolida como una apuesta educativa que no solo forma profesionales, sino que también impulsa vocaciones apasionadas por desentrañar los secretos del universo.
La instauración del Grado respondió a una necesidad. Este proyecto no solo buscaba satisfacer la alta demanda de esta disciplina, sino que también refleja un cambio en la percepción de las matemáticas como un área clave para la investigación, la docencia y el tejido empresarial.
Henar Herrero, directora del Instituto de Matemática Aplicada a la Ciencia y la Ingeniería, y Pablo Pedregal, coordinador del Grado de Matemáticas y subdirector de la Escuela de Industriales, detallan cómo se gestó esta nueva titulación tras un estudio que realizó hace años el Rectorado. “La Universidad identificó titulaciones con alta demanda en la región, como Matemáticas, que al no existir aquí hacía que muchos estudiantes se fueran a otras regiones a estudiar”.

La llegada del equipo rectoral de Julián Garde recuperó el estudio inicial sobre titulaciones demandadas en Castilla-La Mancha, y tras un tiempo de intenso trabajo, en el curso 23-24 arrancó el Grado de Matemáticas.
Un Estudiantado Excepcional
Antes de comenzar, ya sabíamos que la nota de corte iba a ser muy alta y se ha reflejado en el alumnado, de una calidad más que destacable. “Estamos acostumbrados a motivar entre el alumnado el interés por las matemáticas, pero estos estudiantes ya vienen motivados. Son muy trabajadores, y es un lujo trabajar con ellos”, asegura Henar.
Por su parte, Pedregal enfatiza: “Tienen una actitud activa impresionante. En clase apenas hay absentismo, y constantemente hacen preguntas, a veces incluso más de las que podemos responder en el tiempo de una clase”. Este compromiso plantea un desafío adicional para los profesores, quienes también están aprendiendo y adaptándose al nuevo grado.
“Son chavales que tienen muchas ganas de aprender, una actitud muy activa. Además, si tú tiras de ellos y les exiges responden, en general. De modo que eso también es una responsabilidad, porque eso significa que nosotros también nos tenemos que exigir a nosotros mismos para que ellos no pierdan en ese sentido”, afirma Pedregal, que recalca que también el profesorado, por su parte, está aprendiendo y adaptándose al nuevo grado.
La Profundidad del Grado: Más Allá de la Superficialidad
El enfoque del Grado en Matemáticas difiere del de otros estudios donde las matemáticas son vistas como una herramienta. Aquí, según Pedregal, “se trata de entender el porqué detrás de los conceptos, algo cualitativamente más exigente”. Esto exige al profesorado a replantearse los contenidos y prepararlos con mayor profundidad. “Estamos todos aprendiendo a la vez”.

En este sentido, Henar señala que el grado también se beneficia del ‘feedback’ de los estudiantes, lo que les permite ajustar contenidos y métodos de enseñanza. “El otro día, una alumna me comentó que debía repasar más un software científico, y este año lo incluiré en mis clases. Esa relación cercana nos permite mejorar”.
El Futuro de los Matemáticos
El interés por los estudios de Matemáticas ha crecido exponencialmente en los últimos años. Hace apenas un par de décadas un cinco era más que suficiente para entrar en la Licenciatura de Matemáticas, que entonces sólo se percibía como vía de acceso hacia la docencia y poco más. Ya en el siglo XXI esto ha cambiado radicalmente y las posibilidades laborales con las Matemáticas se han más que multiplicado.
El horizonte profesional para los matemáticos es prometedor. «La docencia sigue siendo una opción sólida, pero ahora las empresas buscan matemáticos para sus equipos multidisciplinares», asegura Henar, mencionando casos como el de Inditex o Amazon, con matemáticos propios para labores de logística y optimización. Pedregal añade: “La inteligencia artificial, la estadística y el aprendizaje automático son campos donde los matemáticos son imprescindibles”.
“El hecho de que ya tengamos estudiantes con entrevistas de trabajo en primero demuestra el potencial de este grado”, concluye Henar.
El Grado está diseñado como una formación generalista que abarca docencia, investigación y empresa. “En cuarto curso, los estudiantes podrán realizar prácticas en empresas, y estamos colaborando con otras facultades para identificar oportunidades en la que los matemáticos puedan completar su formación”, detalla Pedregal.
Un Proyecto en Construcción
Aunque los primeros pasos del Grado han sido exitosos, ambos profesores coinciden en que aún queda mucho por hacer. Desde la creación de másteres específicos hasta la consolidación de contactos con empresas, el camino está lleno de posibilidades. Aunque todavía queda lo esencial, que es desarrollar los cursos tercero y cuarto del grado, que suponen como mínimo la incorporación de tres o cuatro docentes por curso.

Mientras tanto, siguen adaptándose a los recursos disponibles. En este sentido, se han tenido que adaptar a la escasa disponibilidad de aulas en el Edificio Politécnico y han optado por un horario europeo para los alumnos del segundo curso, de 14 a 18:30 horas, que por el momento han sido muy bien aceptado, porque tienen la mañana disponible y gran parte de la tarde.
Con apenas año y medio de vida, el Grado en Matemáticas de la UCLM ya se perfila como un referente en la formación matemática en España. Entre el entusiasmo de los estudiantes y la dedicación del profesorado, esta titulación promete ser un motor de conocimiento e innovación para la región y más allá.