La campaña de la cebolla vive estos días uno de los momentos álgidos de su recolección, en concreto la de grano o tipo Reca, destinada a la conservación a lo largo del invierno para su comercialización hasta la primavera.
Es una de las variedades más cultivadas en Castilla-La Mancha y Ciudad Real, y concentra altos porcentajes de superficie y producción de esta hortícola. En concreto, la región concentró en 2021 el 59% de la extensión nacional (13.200 ha) de grano y medio grano, con 7.720 hectáreas, y un volumen de 544.942 toneladas, el 68,5% del total producido en España, según datos del Ministerio de Agricultura.
Ciudad Real, por su parte, es la segunda provincia de mayor tradición cebollera en la comunidad, con cerca de 2.000 hectáreas y más de 109.000 toneladas, según las previsiones ministeriales. Tiene especial protagonismo Bolaños de Calatrava, la localidad ‘capital’ de la hortícola, con el 70% de la extensión -unas 1.500 ha- sobre las cerca de 2.000 hectáreas ciudarrealeñas, y una previsión de cerca de 82.000 toneladas.

Pone de relieve la importancia para el territorio de la planta herbácea, a pesar la bajada este año entre un 20 y 25% en los rendimientos, y de un 13% medio en superficie regional (6.500ha), con un retroceso del 7% en la tardía (grano), y una bajada del 12% en temprana (babosa), de 405 a 313 ha (con una producción de 4.600 t).
Luis Fernando Rubio, director de la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha (Procecam), explica que el promedio de producción por hectárea se ha visto afectado a la baja tanto por las altas temperaturas del verano, como por las lluvias de abril, que impidieron en Albacete y Ciudad Real “la correcta siembra directa de la cebolla”. Conllevó “un retraso del ciclo” y “la pérdida de calibre respecto a otras campañas”.
En conjunto, el directivo avanza una producción autonómica en tardía de entre el 30 y el 35% menor a la del ejercicio precedente, aunque destaca la mejor posición de Bolaños de Calatrava, que “ha mantenido estable su extensión y el grosor por la siembra directa -soterrado de la planta que proviene del semillero tras la nascencia- y el sistema de riego por goteo que tienen”.
La forma de cultivar proporciona, según Rubio, “uniformidad y mayor sanidad, sin enfermedades de hongos ni bacterianas, que en otras zonas de cultivo, además de un mayor calibre”, con producciones “superiores a la media”.
Además, los precios entre 0,30 y 0,35 euros el kilo en origen, cubrirán unos costes de producción en alza. Es un cultivo que, afortunadamente, celebra Rubio, está consiguiendo rentabilidad en esta campaña, a pesar de la subida de los insumos. Los gastos de producción son más caros en esta hortícola, pues a los pagos de energía, los combustibles y los fertilizantes, se suman en muchos casos los del arrendamiento de la tierra para poder hacer la rotación necesaria en este cultivo. “Se alquilan terrenos para rotar y eso dispara aún más los costes”, en el caso de las cebollas tardías “del doble porque se alarga el tiempo de producción”.

Afortunadamente, la cebolla manchega es muy apreciada entre los clientes internacionales. De hecho “nueve de cada 10 cebollas que se exportan desde España son de origen de Castilla-La Mancha”, por su “buena calidad, capacidad de conservación y buen sabor”.
Es un producto muy apreciado en los mercados exteriores, principalmente en Reino Unido y Alemania y Francia, en Europa, y también en otras latitudes como Emiratos Árabes, Canadá y Estados Unidos. “Hay un amplio abanico”, sostiene Rubio.
Campaña más inestable
De camino a la feria Fruit Attraction en Madrid, Marian Masegosa, gerente del Grupo Masegosa en Bolaños de Calatrava, confirma un descenso de los rendimientos del 30% en la actual campaña, al bajar, según sus cálculos, de unos 130.000 kilos a entre 90.000 y 100.000 kg por hectárea.
Hay “más inestabilidad”, señala, también por la caída en un 30% de la superficie, entre otras cosas por las limitaciones en las concesiones de riego.
Así, “los almacenes están a media capacidad”, indica quien está al frente de una empresa que procesa un promedio de 20 millones de kilos de cebolla de grano, actualmente en plena recogida hasta mediados de noviembre.
Masegosa reconoce el precio digno de la hortícola en la presente temporada, aunque en función del grosor, desde los 22 y 23 céntimos por kilo en la zona de Albacete, por el menor calibre, a los entre 32 y 35 céntimos que cotiza el alimento en las ventas locales.

Como grupo referente en la recogida, tratamiento y comercialización de la cebolla manchega, la empresa cuenta con producción propia, de proveedores agrícolas o del mercado libre. “Recolectamos, almacenamos y vendemos la cebolla en diferentes formatos, como el tipo buti, o los sacos big bags para el mercado internacional”.
El producto llega a sus almacenes, se limpia, se clasifica por tamaño y se envasa en cajones de madera de 350 kilos o en grandes sacas, y los comercializan a distintos destinos, principalmente a Reino Unido y Canadá.
Como especialistas en las cebollas grandes, también trabajan la industria del producto pelado.
Para exportación
En la misma línea, Pilar López, encargada de Cebollas de Calidad, ubicada, igualmente, en Bolaños de Calatrava, certifica las salidas en mayor dimensión de su cuota a países terceros, en su caso como franquicia de la valenciana Cebollas Rovira.
Seis años de trabajo ha permitido al grupo procesar al año 16 millones de kilos de cebollas de grano, “para guardar y trabajarla en el invierno”. En la presente recolección, reconoce López, las olas de calor del verano, la falta de precipitaciones y la reducción para los comuneros de riegos “han agobiado a las plantas”, que “han sobremadurado antes”
La actividad de Cebollas de Calidad está enfocada “a la industria y a los grandes volúmenes para la alta cocina y para la exportación”. En concreto, las cebollas que cultiva la empresa en Cabañas de la Sagra (Toledo) y alguna en el Campo de Calatrava llegan a las mesas de los mercados “habituales” de Inglaterra, Irlanda, Holanda y Alemania, y la más pequeña en Portugal, aunque también realizan operaciones en Canadá, Miami, Taiwán (previstas a medio plazo), países árabes como Dubai “que también piden algo”, o alguno del Magreb.
López también comenta los “buenos” precios de venta, a tenor de una calidad y un calibre que se han visto resentidos por los fenómenos meteorológicos.

Rentabilidad
La rentabilidad de la actual campaña es compartida, igualmente, por José García Muñoz, agricultor miguelturreño de 77 años, al pie de uno de sus terrenos de 3,5 hectáreas que ha arrendado a otro productor para la crianza de cebollas. Es una finca “muy productiva”, ubicada en la frontera entre los términos de Miguelturra y Pozuelo. Desde allí, García Muñoz destaca no sólo los buenos precios de 2022, sino los rendimientos de 100.000 kilos por hectárea (por encima de la media) en su explotación.
IGP ‘Cebolla de La Mancha’, más cerca
La Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Cebolla de la Mancha’ está a la espera de recibir la autorización definitiva de la Comisión Europea (CE) para identificar y distinguir uno de los productos referentes en Castilla-La Mancha, que aportará “una gran ventaja competitiva” en todos los mercados.
Luis Fernando Rubio, director de la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha (Procecam), explica que las autoridades europeas han rebasado el plazo (el pasado mes de septiembre) para cerrar el expediente, una vez han superados los periodos de alegaciones sobre los altos estándares y calidad de este alimento dentro de la UE.
“Ya tenemos el pliego de condiciones y deberíamos haber tenido respuesta en septiembre por la CE”, indica, a la vez que recuerda el recorrido administrativo iniciado hace tres años en 2019, que tuvo como punto de inflexión la decisión favorable en agosto de 2020 de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, en relación con la solicitud de registro del pliego de condiciones de esta IGP.
La ‘Cebolla de La Mancha’ aportaría al sector “una marca de calidad y garantía europea”, positiva como “ventaja competitiva, a la hora de identificar dónde se produce y sus características organolépticas”.
En el año 2019 estaban inscritas en los registros de esta marca de calidad colectiva 304 hectáreas con una producción superior a las 23.000 toneladas, comercializándose en fresco tanto en el mercado nacional como en la Unión Europea y en el resto del mundo.
Según el pliego de condiciones de la IGP ya registrado, las cebollas amparadas serán esféricas, de tipo Recas, con bulbos de tamaño mediano a grande y de color cobrizo o bronceado oscuro.
La zona de producción de la Cebolla de La Mancha incluye 359 municipios de la región, de los cuales 60 pertenecen a la provincia de Albacete (Almansa, Centro, Hellín, Mancha y Manchuela), 65 a Ciudad Real (Campo de Calatrava, Campos de Montiel y Mancha), 106 a Cuenca (Mancha Alta y Baja, y Manchuela y 129 a Toledo (La Mancha, La Sagra, Talavera y Torrijos).