Los registros realizados el pasado miércoles por un gran despliegue de efectivos en la localidad de Granátula de Calatrava se realizaron en el marco de la ‘Operación Riaza’, desarrollada por la Guardia Civil de Segovia, que se ha saldado por ahora con dos hombres detenidos.
Así lo han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia, que este lunes ha emitido una nota con el balance de la operación, en la que los agentes realizaron inspecciones en los domicilios de los detenidos y en un local que uno de ellos poseía en la población ciudarrealeña.
La investigación comenzó en agosto de 2020 tras la presentación de varias denuncias por robos con fuerza en el interior de viviendas de varios municipios segovianos, con el mismo ‘modus operandi’.
Los presuntos autores se desplazaban en vehículo por caminos o carreteras secundarias poco transitados, que conocían muy bien, a pueblos donde sabían que hay segundas residencias que pasan largos periodos de tiempo deshabitadas.
La ausencia de moradores les daba “cierto grado de tranquilidad”, reconoce la Guardia Civil, y así cometían los robos en viviendas que estaban próximas y ubicadas en calles oscuras. Tras comprobar la ausencia de personas, forzaban puertas o ventanas de las zonas menos visibles del exterior de la casa para entrar, y ya dentro sustraían todo tipo de efectos.
Según las inspecciones oculares de la Guardia Civil, pasaban bastante tiempo revolviendo las viviendas para buscar los objetos de mayor valor, incluso hacían descansos en los que llegaron a consumir comida y bebidas.
Según las investigaciones se hicieron con aparatos electrónicos, ropa, comida, bebida, bicicletas, objetos de ornamentación o herramientas, que después fueron vendidos.
Se da la circunstancia de que en los registros de la localidad calatraveña, dirigidos por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Segovia, con participación de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de Ciudad Real, los efectivos consiguieron recuperar un gran botín. En concreto, decomisaron aparatos electrónicos, herramientas, prendas de abrigo, relojes de pared antiguos, armas de aire comprimido, armas de ornamentación, material deportivo, joyas y otros efectos y enseres valorados en unos 20.000 euros.
Los objetos robados eran transportados posteriormente en el vehículo en el que los presuntos acusados se habían desplazado a una la localidad de Segovia donde los guardaban en el interior de un trastero de la vivienda de uno de los investigados, hasta que conseguían darles salida.
En base a los indicios recogidos en las inspecciones oculares, los efectivos encargados de la operación pudieron identificar y vincular a las personas detenidas con los delitos que se estaban investigando.
Con las dos detenciones han podido ser esclarecidos un total de 33 delitos penales.
Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sepúlveda (Segovia).
Inspección en Granátula
Las inspecciones en Granátula se realizaron el día 10 a cargo de un gran grupo de agentes, que se trasladaron hasta en nueve coches, que alertaron a los habitantes de la pequeña población.
El objetivo de los registros era una vivienda de la calle El Santo, donde, según las imágenes del vídeo que grabó la propia Benemérita, recuperaron numerosos objetos robados.
Allí vive una joven pareja que ha llegado a la localidad con la intención de abrir un bar el próximo 4 de marzo, que también fue registrado.
El hombre y la mujer siguen en el pueblo donde, al parecer, se les ha visto en los últimos días incluso “tomando un café”.