Un gran operativo, compuesto por al menos ocho coches de la Guardia Civil, ha sorprendido a primera hora de esta mañana a los vecinos de la pequeña localidad de Granátula de Calatrava (750 habitantes).
Al parecer, según ha podido saber Lanza, se ha tratado de una intervención en el marco de una investigación de delitos contra el patrimonio, posiblemente robos en domicilios, en la que el objetivo era una pareja joven -un hombre y una mujer- que se había instalado en el municipio hacía poco más de un mes, con la intención de abrir un bar en pleno centro.
Los efectivos han llegado sobre las 9 de la mañana y durante un par de horas han practicado registros en el domicilio de la pareja, ubicado en el número 35 de la calle El Santo, y también en la Taberna Quijote, el negocio que estaba preparando la pareja para su próxima apertura.
De hecho, sendos carteles, pegados en la puerta de la casa y en el bar, anuncian la inauguración del establecimiento el 4 de marzo a las 18 horas.
La actuación ha estado dirigida por la policía judicial de la Comandancia de Segovia, y ha contado con el apoyo de personal y vehículos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Guardia Civil de Ciudad Real.
El despliegue ha causado alarma en la población por los medios empleados, entre los coches y varias decenas de agentes, que se han llenado sus calles para desplazarse a los puntos que han centrado la investigación. En el local, según una mujer, los efectivos habrían “sacado cajas grandes de cartón”.
Los comentarios de los granatuleños han sido, en su mayoría, de asombro y sobresalto porque nadie sospechaba de que sus nuevos vecinos pudieran estar implicados en acciones presuntamente ilícitas.
Algunos conocían de vista a la pareja, y otros habían hablado con el hombre, que incluso había comentado a una vecina que “tenían dos niñas” que no estaban con ellos, y que su llegada al pueblo era para abrir y regentar la taberna.
De hecho, han sido varios los que, según han indicado, habían visto en los últimos días cómo el hombre y la mujer habían colocado el cartel de una marca de cervezas en la puerta del bar o, igualmente, cuando han realizado las tareas de limpieza en el local.
También se les ha visto en un coche de color azul eléctrico con dos llamativas rayas blancas, que esta mañana permancía aparcado en la acera de enfrente de la casa que habían alquilado para vivir. No ha trascendido si la pareja ha sido detenida en el transcurso de la intervención de este miércoles.
Los rumores y suposiciones han corrido toda la mañana por todo el pueblo, desde las entidades bancarias, al centro de salud, hasta la parada de autobús o el Ayuntamiento.
El propio alcalde, Félix Herrera, ha dicho desconocer cualquier detalle de la operación policial ni que la pareja pudiera estar relacionada con alguna investigación, al tiempo que se ha mostrado igual de sorprendido que sus vecinos. “No me han comentado absolutamente nada”, ha señalado.