La vacuna contra el coronavirus que está liderando el biólogo molecular de origen socuellamino Pedro Alcolea está a las puertas de iniciar su etapa más definitiva, es decir, la fase clínica (1 y 2).
Antes de iniciar el ensayo en humanos, que el investigador calcula podría ser en otoño, él y su equipo han llevado desde hace más de un año una amplia experimentación en animales –ratones y hámsteres- para evidenciar que la tecnología de ADN que utilizan induce protección contra el SARS-CoV-2.
Precisamente, los resultados por debajo de las exigencias del proyecto registrados en las comprobaciones sobre la respuesta inmunitaria de esta construcción vacunal en la etapa preclínica, provocaron el retraso de medio año en su conclusión, que será el primero en la ‘carrera’ española contra el coronavirus basado en un modelo de tecnología genética.
Desde el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CIB-CSIC), donde el grupo encabezado por Vicente Larraga y el también químico ciudarrealeño desarrolla la investigación, Alcolea espera que una de las nuevas estrategias utilizadas para aumentar los niveles de anticuerpos específicos contra el virus, los lleve a recibir la autorización oficial para pasar a la siguiente fase.
Según explica, han corregido las insuficiencias con la introducción de nuevos elementos para que el gen con la proteína del virus que transporta una molécula de ADN y que se inyecta a las células, provoque una protección “al 100%” y no “al 50%” como midieron las primeras estrategias.
En los experimentos últimos “hemos facilitado” la entrada del material genético en la membrana celular, y han logrado, según Alcolea, que el sistema inmune de los animales inoculados se defendiera al nivel máximo ante la detección de la amenaza.
“Una de las estrategias probadas nos ha funcionado, con el 100% de inmunización”, sostiene el biólogo, que agrega que ahora es el personal del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, el que está realizando el ensayo de protección en el siguiente paso y con una tecnología puntera.
Los resultados estarán a finales de julio, calcula Alcolea, que espera ratifiquen sus conclusiones preliminares de neutralización total del virus, con el fin de poder trasladarlos a la Agencia Nacional del Medicamento y Productos Sanitarios, llave para iniciar la siguiente fase.
El científico socuellamino, que este año pregonará las fiestas patronales en honor al Cristo de la Vega, celebra los progresos “importantes” en el desarrollo de la vacuna de ADN sintética, cuya línea de investigación es la que él mismo desarrolló para combatir la leishmaniasis canina.
Celebra la innovación de las nuevas dosis, una vez estén en el mercado -prevé su comercialización dentro de un año-, frente a las ya patentadas, tanto por la tecnología utilizada, como por la cobertura poblacional. “Se podrán aplicar, comenta, a cualquier enfermedad infecciosa, como por ejemplo la meningoencefalitis que provoca el virus del Oeste del Nilo (West Nile virus)”.

Variantes y vacunación
Respecto a la eficiencia con variantes del COVID-19 como la conocida Delta, predominante en algunos puntos del planeta y con más capacidad infecciosa, Alcolea asegura que las vacunas que están funcionando “son muy buenas” pero “no son infalibles”, dado que “no confieren inmunidad esterilizante”, es decir, “no bloquean la infección del virus”.
Es el retrato que ahora protagoniza el escenario pandémico en España y en otros países, donde el alto porcentaje de población inmunizada garantiza que los individuos tengan una protección contra el coronavirus, y que incluso infectados no desarrollen síntomas, pero “no bloquea al 100%” su transmisión.
Más efectivo sería el modelo de una vacuna –todavía inexistente- que una dentro del organismo “fulmine el virus”.
Con todo, habría que comprobar, precisa el científico, «si funcionan» las que se comercializan frente a dicha cepa, aunque tanto éstas como la que impulsan el grupo de Alcolea «se pueden modificar rápidamente con cambios en las secuencias».
Mantener las medidas
Por ahora, el avance en la inmunización, la gran esperanza para frenar la pandemia, no ha de marcar, en opinión del investigador, un cambio de hábitos en cuanto a medidas higiénicas y sanitarias.
Al contrario, como experto, advierte de que no se puede bajar la guardia “para no retroceder”, y de que hay que seguir utilizando mascarillas y manteniendo la distancia de seguridad.
“No hay que confiarse, y hay que tener precauciones”, señala porque “el virus no ha desaparecido”.
Pregonero
Respecto a su papel de pregonero en las próximas fiestas de Socuéllamos, que se inaugurarán con su alocución el 9 de agosto, Alcolea se muestra emocionado e ilusionado porque “creo que será un recuerdo muy bonito”.
Celebra la unanimidad en la Corporación municipal en su elección, y adelanta que hablará de sus recuerdos en las calles de la localidad durante las etapas de la infancia y la juventud.
Además de evocar estampas familiares y colegiales, Alcolea hablará de su carrera investigadora, en la que lleva inmerso casi 20 años en España y en EEUU, donde desarrolló parte de su actividad postdoctoral.