La fiesta de Halloween va a pasar este año casi desapercibida en Ciudad Real. Las restricciones por el Covid han diluido esta celebración que, en los últimos años, había ganado adeptos en la capital. Las mascarillas han podido con las máscaras y los disfraces.
Y es que este Halloween estará notablemente marcado por la grave crisis sanitaria que afecta a todo el mundo debido a la pandemia de coronavirus. En Estados Unidos, donde esta tradición es sumamente importante, ya se han establecido una serie de restricciones con el fin de evitar grandes aglomeraciones. En nuestro país, ocurrirá algo similar ya que están prohibidas las reuniones de más de seis personas y lo verdaderamente importante es contener el virus.
Sin campaña específica en jugueterías y tiendas de disfraces
Las jugueterías, y tiendas especializadas en disfraces, de la capital que tradicionalmente realizaban una ambiciosa campaña para la que es también la noche de Todos los Santos, con catálogo específico, ni siquiera se han animado a hacerlo este año.
Así lo indica Antonio Fernández, propietario de Toy Planet, quien añade que no van a sacar campaña específica ni de Halloween ni de Carnaval. “La gente apenas pregunta, alguno viene pero es algo muy residual”, añade.
En declaraciones a Lanzadigital explica que a mediados de octubre, otros años, en su establecimiento no se paraba ni un minuto vendiendo trajes, accesorios y caretas de zombis, ánimas, mortajas, guadañas y esqueletos. Pero esta vez no.
Juan Antonio Rojas, de La Mezquita, se pronuncia en términos muy parecidos. Tampoco han lanzado una campaña especial este año “y apenas han venido a preguntar por disfraces 1 o 2 personas”. “Es una campaña que, tradicionalmente, ha tenido mucho éxito en Ciudad Real y desde mediados de octubre se vendía mucho: disfraces y también objetos de decoración. Este año, nada de nada”, añade.
Desde el almacén Nueva Mezquita, situado en Carrión de Calatrava, Javier Salcedo explica que no trabajan Halloween de manera específica pero sí venden disfraces todo el año. “Nadie ha venido a preguntar sobre disfraces para este fin de semana”, indica, al tiempo que se muestra esperanzado en que para Carnaval la situación mejore.
Los colegios tampoco están para muchas fiestas
Todos coinciden en que la inmensa mayoría de los colegios de la capital han prescindido de las tradicionales celebraciones, con la excepción de los más pequeños que, en algunos centros, sí tendrán alguna actividad específica. “Los colegios tampoco han preparado fiestas especiales. Los niños deberían estar ya decorando los pasillos con brujas, escobas y calabazas, pero la situación lo impide”, explica Rojas. Sin fiestas infantiles, la parte ‘Halloween’ que en los últimos años convive con la festividad de Todos los Santos, pierde buena parte de su fuerza.
Añaden que lo poco de ‘Halloween’ que se va a mover este año quedará dentro de los hogares. Y los jóvenes, ante las restricciones actuales, tampoco se han organizado como otros años para comprar disfraces y salir esa noche a divertirse. “Como mucho algunos han venido preguntando por mascarillas específicas para la fiesta, poco más”, explican.
Dulcearte tira de estocaje
Dulcearte almacén, en el polígono industrial de la carretera de Miguelturra, es el único establecimiento de los consultados por Lanza, que ha apostado por decorar un poco el local, aunque en menor medida que en años anteriores cuando hacía grandes montajes terroríficos, y lo ha hecho tirando del gran estocaje que tiene, novedades pocas.
Su encargado añade que está todo muy flojito, hay poco movimiento. “La demanda ha bajado en más de un 70%, apenas nos han pedido algún disfraz para niños pequeños, y casi no se están vendiendo objetos de decoración para las casas; platos y vasos de cartón decorados y poco más”, explica también una de las empleadas, Rebeca Matas.
Chocolatinas, caramelos y dulces de calabazas y esqueletos, entre otros, inundan este local. También mascarillas de protección frente al Covid decoradas con la boca de algunos de los personajes más siniestros de la gran pantalla, o con esqueletos.
En plena segunda ola de la pandemia del Coronavirus , el que es, sobre todo, un día de disfraces, dulces y niños, va a pasar casi desapercibido en Ciudad Real. La prudencia se impone.